Mediterranews (Español) ABRIL 2017 | Page 24

MI VIDA TERRA MI VIDA TERRA El staff de Terra Peninsular en el Festival de las Aves 2016 en San Quintín. Foto: Antonieta Valenzuela. Jorge Andrade y Paulina Llano. Foto: Antonieta Valenzuela. Paseo en bote durante la celebración de 15 aniversario de Terra Peninsular en San Quintín. Mi paso por Terra Peninsular Por Paulina Llano C ualquiera podría pensar que una asociación civil de con- servación ambiental como Terra Peninsular es dirigida exclusiva- mente por científicos. Sin embar- go, la realidad es muy diferente: una asociación civil, sea cual sea su ámbito, prospera gracias a la multi- disciplinariedad y Terra Peninsular no es la excepción. Nuestro staff, aparte de contar con excelentes científicos que sien- tan la base técnica de nuestras 23 ME DITERRANEWS acciones de conservación, está for- mado por un equipo diverso que in- cluye administradores, contadores, diseñadores y hasta traductores como yo. Todos y cada uno de no- sotros cumplimos un papel funda- mental en el trabajo en equipo que llevamos a cabo día con día. Antes de comenzar mis estudios de Traducción, cursé un tiempo la ca- rrera de Ciencias Ambientales. Sin saberlo en ese entonces, esa época de mi vida sería la que me guiaría hacia donde estoy ahora. Desde aquel momento, cultivé un interés por el cuidado del planeta y me pro- metí a mí misma que, a pesar de no tener el título de ambientóloga, haría todo lo posible para que mis acciones fueran lo más ambientalmente respon- sables posibles. Ya siendo licenciada en Traducción fue que me topé con la oportunidad laboral en Terra Peninsular como Asistente de Atención a Fundacio- nes. Este puesto me ha permitido no sólo combinar mi pasión por los idiomas y el medio ambiente, sino cumplir esa promesa a una escala mayor de lo que nunca imaginé, pues las acciones de la organización pue- den tener un impacto hasta de nivel continental. Lamentablemente, mi tiempo en Terra se acerca a su fin, pero puedo decir que me voy con un acervo de conocimientos que se quedarán con- migo por mucho tiempo. Y no sólo hablo del conocimiento técnico que adquirí sobre conservación, aves y ecosistemas bajacalifornianos, por ejemplo, sino de aprendizajes que me dejaron mis compañeros de trabajo. Ahora más que nunca estoy conven- cida de que sin importar la edad, se pueden lograr cosas extraordinarias; que es posible, y sumamente grati- ficante, trabajar en un ambiente de completa aceptación sin importar origen, preferencias, gustos o géne- ro; que si se tiene pasión por lo que se hace, todo obstáculo se puede su- perar por más imposible que parez- ca; y, por supuesto, que para pasar un buen rato sólo se necesita de bue- na compañía y quizá un rico pastel o una buena cerveza. No me queda más que agradecer a todos los que formaron parte de mi camino en la organización. Y aun- que mi paso por Terra Peninsular haya sido más corto de lo que me hubiera gustado, su huella quedará por siempre en mí. Porque una vez Terra, siempre Terra. Paulina Llano en el Festival de las Aves 2016 en San Quintín. ABRIL 2017 24