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USO CLINICO
Una de las primeras aplicaciones clínicas se basó en la reparación de hueso, lo cual fue demostrado en ratones y en perros con defectos cráneo-faciales y defectos de huesos largos administrando las células madres mesenquimales directamente.
“Estudios sugieren que para garantizar la formación de hueso, es necesario el uso de materiales naturales o sintéticos (transportadores de CMM), como cerámicas o titanio que son materiales inertes y osteo conductivos”. Este es un mecanismo que se utiliza en la actualidad en las bioimpresión de órganos en 3D o biorreprografía.
Producción de una oreja a partir de células madres.