MEDICINA DEL DEPORTE Investigación de articulos medicos | Page 28

    28      La mayoría de los dolores en la superficie plantar del talón se deben a la irritación de la inserción de un tejido fuerte (fascia plantar) en el hueso del talón (calcáneo). El espolón calcáneo es una prominencia ósea, o exostosis, que puede aparecer en la parte interior del talón (calcáneo) como consecuencia de estiramientos excesivos y continuados de la fascia plantar, una banda de tejido conjuntivo que recubre los músculos de la zona. Al estirarse excesivamente, la fascia puede calcificarse, formándose el espolón, que es bastante doloroso y dificulta el apoyo normal del talón, y a veces ocasiona una inflamación en la zona que lo rodea y que puede manifestarse a diversas alturas; de esta manera, puede haber un espolón subcalcáneo, simple o doble, y un espolón retrocalcáneo, si el dolor se localiza en el borde medial y lateral del talón. En este caso, y sobre todo en niños, se debe pensar en la epifisitis del calcáneo (enfermedad de Sever); si se produce en la parte posterior al tendón de Aquiles, en bursitis posterior al tendón de Aquiles (deformación de Haglund); si es anterior al tendón de Aquiles, en el espacio retromaleolar, se debe descartar fractura de la tuberosidad posterolateral del astrágalo y bursitis retromalolar, bursitis anterior al tendón de Aquiles; por el contrario, si es referido en la inserción calcánea del tendón de Aquiles, en neuralgia del nervio tibial posterior, síndrome de sobrecarga (en deportistas) y tendón de Aquiles tenso por estructura y función anormal del pie​ . En principio, el hecho de presentar un espolón no es indicativo de una patología, ya que la mayoría de los espolones no son dolorosos y se descubren accidentalmente en una radiografía. Sin embargo, están presente en el 50 % de las talalgias. En estudios de pacientes con fascitis plantar se ha publicado que del 10 al 70 % presenta un espolón calcáneo asociado; sin embargo, la mayoría presenta también un espolón en el pie asintomático contralateral. Estudios anatómicos han mostrado que el espolón se origina más frecuentemente en el flexor corto de los dedos que en la fascia plantar, lo que sigue poniendo en duda su rol en la talalgia.