"Los científicos no fueron capaces de afirmar que era una fuerza nueva. Simplemente registraron un exceso de eventos que indicaban una nueva partícula, pero no estaba claro para ellos si se trataba de una partícula de materia o una partícula portadora de fuerza", ha apuntado el autor principal Jonathan Feng.
Ante esto, el grupo estudió los datos, así como todos los demás experimentos anteriores en este área, y demostraron que la evidencia desfavorece firmemente a ambas partículas de materia oscura y fotones. Así, propusieron una nueva teoría que, a su juicio, "sintetiza todos los datos existentes y determina que el descubrimiento podría indicar una quinta fuerza fundamental".
El trabajo de la UCI demuestra que en lugar de ser un fotón oscuro, la partícula puede ser una 'X Higgs protophobic'. Mientras que la fuerza eléctrica normal actúa sobre los electrones y protones, esta nueva partícula de Higgs interactúa únicamente con electrones y neutrones y en una gama muy limitada.
Otro de los responsables de este trabajo, Timothy Tait, ha señalado que "no se ha observado que haya otra Higgs con esta misma característica". "A veces también lo llamamos el 'bosón X', donde X significa desconocido", ha explicado.
"Feng ha señalado que hay otros experimentos que pueden ser cruciales para este hallazgo. A su juicio, "la partícula no es muy pesada, y los laboratorios han tenido las energías necesarias para descubrirlo desde los años 50 y 60", pero "hay sido difícil de encontrar hasta ahora porque sus interacciones son muy débiles".
Debido a que la nueva partícula es tan ligera, hay muchos grupos experimentales que trabajan en pequeños laboratorios de todo el mundo que ahora pueden hacer un seguimiento de las solicitudes iniciales, según apuntan los expertos. "Ahora saben dónde buscar", han concluido.
Fuente/RTVE