Mayo 2020 Berberana Mayo 2020 274 | Page 18

14 | berberana | mayo de 2020 G UR E GA IA Crónicas del Confinamiento Crónicas de Confinamiento Son tres vivencias a lo largo de estos inusuales y complicados días que nos ha traído el coronavirus. La primera experiencia es de una trabajadora en la Residencia de Mayores de Samaniego, Estela González López Gil que tuvo que mantener una cuarentena en su domicilio hasta pasar la enfermedad. Otra es el día a día en una farmacia rural, en este caso en Lapuebla de Labarca. Carla Orive es la ‘boticaria’ en ese pueblo. La utilización del agroturismo La Casona de Alutiz en Samaniego para el descanso de personal socio-sanitario es nuestra tercera crónica. Las tres vivencias pasaron por Radio Rioja Alavesa. Estela y las ganas de volver al trabajo Juantxu Martínez Hablamos con Estela González Ló- pez Gil, sanitaria en la Residencia de Samaniego y vecina de Elvillar justo cuando estaba a punto de reincor- porarse a trabajar tras superar la enfermedad. Charlamos con ella de la enfer- medad, de sus síntomas, de las li- mitaciones sociales y familiares que impone una cuarentena. Los 23 días de aislamiento tuvieron claros y os- curos, “por una parte no poder es- tar con los hijos y poderlos tocar fue duro. Pero me sentí arropada por la familia y los vecinos. En más de una ocasión hubo vecinas que llegaron a dejar una tartera en la puerta. Puedo decir que no estuve sola en ningún momento”. La foto tocando la re- treta de San Prudencio con su fami- lia marcó el final del encierro. Se emocionó cuando tocamos “en las ganas de volver a trabajar. Saber el trabajo que tenían compa- ñeras y compañeros en la Residencia y no poder ayudar ha sido una si- tuación complicada de digerir”. El contacto fue constante con las com- pañeras y con familiares de las per- sonas residentes. Sabía que la vuelta iba a tener momentos de emoción al notar la ausencia de aquellos que la pandemía se ha llevado. La entrevista estuvo plagada de recuerdos y agradecimientos, aun- que no por ello dejó de lado las rei- vindicaciones “cuando pasen estos días tan complicados en la Residen- cia, será el momento de valorar y analizar las carencias que creemos hemos tenido”. Tuvo palabras de especial agradecimiento para to- das aquellas personas que les han facilitado material de protección realizado en estos pueblos, para las que les han hecho llegar detalles y apoyos. Capítulo aparte en su lista de agradecimientos tienen aquellos familiares de fallecidos que se han puesto en contacto con ella, preocu- pándose por el devenir de su enfer- medad. Para cuando se lean estas líneas los “vivos y verdes” ojos de Estela estarán ya por la Residencia de Sa- maniego ofreciendo una generosa carga de humanidad. Esa humani- dad que en este tipo de centros es fundamental, sobre todo cuando las cosas se complican.