1. APRENDIZAJE NO DIRECTIVO
Para ello es necesario que ya desde pequeños les permitamos ser autónomos, que aprendan del entorno y de los modelos que les proporcionamos y se puedan desarrollar integralmente. El adulto debe ser un guía.
2. APRENDIZAJE POR DESCUBRIMIENTO
Es todo un reto para el docente o para el padre. Estamos muy acostumbrados a resolver las dificultades y a “enseñar” lo que hay que aprender. En cambio nuestra máxima preocupación debería ser que los niños sean los propios protagonistas (¡ya sé que todo el mundo lo dice!) y permitirles tener espacios físicos y temporales para llevar a cabo sus propios descubrimientos, con tiempo para buscar y equivocarse.
3. Recrean distintas situaciones tangibles que en un libro de texto se presentan de manera estática y limitada lo que produce no pocos errores y lagunas en los niños.