Editorial
La pesadez de la rutina es poética.
El individualismo al que se nos obliga, a través de la seducción que produce lo simulado, es lo que, a final de cuentas, nos consume.
Somos un producto de las imágenes, los sonidos, las sensaciones con las que somos bombardeados y las cuales nos obligan a percibir y a asimilar.
Es la rutina de la escuela, la del trabajo, la de la vida en sociedad misma, la que buscamos romper y aniquilar bajo cualquier costo. Inventamos los mitos, inventamos los deportes, inventamos el arte.
Que el arte sea, pues, nuestro escape y nuestro espejo. Vivamos la realidad y al ras de ella, disfrutemos del arte que nos es ofrecido por los artistas.
ARTE