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denominada Red de Guardianes del
Monte y fue allí donde surgió el reto
de plantar y sembrar 25 millones de
encinas por toda la península. Están
satisfechos con el arranque de esta
campaña en la que han participa-
do entre 20.000 a 25.000 personas,
con 400 grupos activos, con más de
200 escuelas y 130 ayuntamientos
moviéndose en favor de ella, “en
principio pensábamos que nos iba
a dar más trabajo trasladar la idea,
pero las redes sociales y los medios
de comunicación han servido para
que nos hayan llamado en lugar de
tener que llamar”, resumía en an-
tena. De cualquier forma, insisitió
en que esto es un movimiento para
“más años. Se trata de recuperar la
cultura de reforestar, de volver a la
costumbre de llamar a concejo (aquí
vereda), cuando en los pueblos se
quedaba para limpiar acequias y re-
poner el arbolado común”.
En la parte teórica del curso
sorprendió a alguno los métodos
utilizados por Rodrigo Ibarrondo
y sus compañeros para abastecer-
se de semillas y plantas, “el querer
volver hacia una vida más cercana
a la naturaleza no significa que no
utilizemos técnicas nuevas”. Así ex-
plicó cómo para algunas resiembras
utilizan drones o cómo con una gran
batidora limpia el fruto del madroño
y así saca limpia la semilla. Sobre el
lugar donde se realizó la reforesta-
ción de encinas, unos altares o te-
rrazas llecas que sirven de separa-
ción de viñedos en Rehoyos, lo puso
como ejemplo del beneficio que
tiene ese tipo de reforestación, “en
marzo de 2020 | berberana | 15
esos árboles podrán anidar pájaros
que serán los mejores insecticidas
de cara a los viñedos”.
Ya en la parte práctica provo-
có más de una sorpresa, a la hora
de utilizar el azadón o de ubicar la
planta en aquel punto donde iba a
tener más sombra en pleno vera-
no. Explicó de forma práctica cómo
lazar el golpe de azadón utilizando
las piernas, manteniendo la espal-
da recta. Para aprovechar el agua de
lluvia en beneficio de la nueva plan-
ta indicó de forma sencilla cómo
dejar el entorno de la misma reali-
zando una especie de y griega. Sobre
el tubo protector con el que se rodeó
cada plantón comentó que su visión
había cambiado, “al principio yo no
era partidario, pero la observación y
apreciar cómo en los momentos más
extremos de temperatura dentro se
crea una especie de microclima y
cómo se condesa el agua, me ha he-
cho cambiar de opinión”.
Las reflexiones de este técnico
forestal, autocalificado como “ayu-
dante de la Naturaleza” no pasaron
desapercibidas para los asistentes.
Preguntar a bote pronto “¿por dón-
de sale el sol y su recorrido?”, hizo
dudar a algunos de los presentes,
“la mecanización del campo nos
lleva, a veces, a perder ese contac-
to que tenían nuestros abuelos. Con
ello perdemos conocimiento sobre
nuestro entorno y una oportuni-
dad de emplearlo a nuestro favor.
Los agricultores son los primeros
interesados en mantener una bio-
diversidad equilibrada de forma
natural”.