Psicología del desarrollo humano: desde el nacimiento a la vejez
El desarrollo intelectual se entiende también como un proceso que conduce a continuas reequilibraciones, cada una de las cuales engloba a las anteriores dentro de un sistema estructural más amplio y complejo.
Piaget distingue diversos niveles de inteligencia de acuerdo con las características de las estructuras, concretando los cuatro niveles o estadios anteriormente citados. Este capítulo se centrará en el estadio sensoriomotor – propio de los 0 a los 2 años –. Se distinguen, así, seis subestadios con sus formas específicas de adaptación.
3.2.2.1. Primer subestadio( 0-1 mes) Ejercicio de reflejos innatos. Son reflejos que, bien son propios de los estados internos del organismo( hambre, sueño, orinar …) y están programados genéticamente, o bien están relacionados con los cambios en el entorno físico( simples como el estornudo, o más complejos como la succión). Estos reflejos, en general, se irán enriqueciendo y diversificando; y, si son hereditarios, se irán adaptando y acomodando gradualmente a la realidad:
• Asimilación: incorporación de nuevas experiencias para adaptarse a los cambios, y que presenta las características de repetición, generalización y reconocimiento.
• Acomodación: abrir los‘ viejos’ esquemas a las realidades nuevas, lo que supone la modificación de los esquemas de respuesta como resultado de nuevas experiencias. Se distinguen tres tipos de asimilación y / o acomodación: funcional( succiona en una situación de estimulación para la alimentación), generalizadora( con las repeticiones los esquemas de acción se extienden a todo tipo de objetos, por ejemplo, chupetear todo); y recognoscitiva( se discrimina ya un objeto de otro, por ejemplo, el pezón o tetilla de otros objetos chupables).
3.2.2.2. Segundo subestadio( 1-4 meses)
Formación de las primeras estructuras adquiridas o hábitos.
Los nuevos esquemas se circunscriben a su propio cuerpo. En este subestadio se dan las reacciones circulares primarias – entendidas como esquemas simples de conductas – que, descubiertos fortuitamente por el bebé, se circunscriben a su propio cuerpo( por ejemplo, chuparse el pulgar). Si le gusta, repetirá; si repite, se instaurará un hábito( que en la terminología de Piaget se identifica con una estructura). Si continuamos con el ejemplo de la succión, el bebé ahora aprendería a sacar la lengua, mover los labios, chuparse los dedos …, hasta coordinar distintos reflejos consiguiendo así coger y llevarse algo a la boca. Aquí el bebé ya da muestras de curiosidad, mira atenta y no vagamente dando muestras de que oye.
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