En Argentina María se encontraba como perdida y sin rumbo. Extrañaba sus conciertos callejeros en los bares de Roma, las charlas con sus amigos hasta altas horas de la noche y la responsabilidad de hacerse cargo de la empresa de su padre.
Entonces un día, llamó a un Uber, cargó sus valijas y se dirigió a Ezeiza, con destino a Italia. Estaba segura que sus sueños se iban a cumplir.
Pero cuando llegó se encontró ante un gran dilema. Por un lado, deseaba con locura seguir con su carrera, tan reciente como prometedora, pero por el otro, no quería alejarse de su amado padre que recién se había encontrado y que tenía pendiente tanto tiempo no compartido, tantas vivencias no disfrutadas. Tampoco era para despreciar la propuesta de manejar la empresa automotriz que le dejaba un capital muy importante: el 25% que es de 12.500.000 de euros.
Una noche de tormenta y tomando coraje, María decidió enfrentar a su padre y le pidió un tiempo para pensar. Al llegar a su casa, después de caminar varias cuadras meditando sobre el tema, encontró un sobre con una invitación a los premios San Remo a compartir escenario con grandes artistas de la música internacional como el compositor Eros Ramazzotti y el Pepo (ídolo indiscutido de la música tropical). Fue tanta la emoción que salió corriendo por esas calles angostas y sinuosas de aquel antiguo barrio italiano, a comprarse sus prendas de vestir de gala para el gran evento. Mientras compraba, pensaba: "si gasté 3.000 euros en calzado, 25.000 en vestidos y 5.000 en accesorios y por abonarlo en efectivo me realizaron un descuento del 5%, ¿cuánto ahorré?, ¿cuánto gasté entonces?"
Volvió feliz con las compras, emocionada y entusiasmada, cuando de repente, el sonido del teléfono la sobresaltó. Recibió una llamada y era el gran artista Eros que le recordó que dicho evento se llevaría a cabo en dos días. Ella le confirmó su asistencia y en cuanto cortó la comunicación, se puso pálida, sintió un fuerte dolor en sus ovarios, doblándose por el mismo y no se podía mantener en pie. A su vez, su voz se quebró al mismo momento que se produjo una afonía completa, inaudible. Se profundizó aún más con sus nervios y angustia.
Capítulo 12
Maria Va - Capítulo 12
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