MAREABAJA FEBRERO 2018 | Page 4

Los Juegos de Tokio 2020 se marcarán en la historia del surf internacional como la primera cita olímpica en la que el deporte de las olas será incluido entre las disciplinas admitidas en el programa oficial.

Es inevitable reconocer como autor directo de esta inclusión, transcendente para la comunidad surfer, a Fernando Aguerre, presidente de la International Surfing Association (ISA).

Cuando en el 2009 Aguerre visitó Ecuador -a propósito del Mundial Junior de Salinas- tenía en su mente una idea que en aquella época parecía apenas una utopía: convertir al surf en deporte olímpico.

En aquella ocasión, el proyecto se tornaba complejo por la resistencia que había en la dirigencia olímpica para aceptar nuevas disciplinas. La primera vez que el dirigente de nacionalidad argentina expuso su quimérica propuesta ante el COI fue en 2007, en una reunión de federaciones deportivas en Lausana, Suiza. Por error, entró a la sesión de los deportes olímpicos, pero aprovechó esa valiosa oportunidad.

"Disculpen que no los conozca a todos. Mi nombre es Fernando, soy presidente de la Asociación Internacional de Surf y creo que el mundo olímpico tiene que ver los deportes de la juventud de hoy y pensar por qué no están ahí. Si ustedes hubieran tenido un proceso más abierto, los mejores deportes de los X Games podrían ser parte de los Juegos Olímpicos, en vez de ser parte una cadena de televisión como ESPN. Se los digo con humildad. Ustedes son el centro del mundo deportivo, pero se están perdiendo disciplinas que forman parte del mundo deportivo de los jóvenes", argumentó Aguerre, según una reseña del diario La Nación, de Argentina.

“Los que toman esas decisiones tienen muchos intereses creados. Yo soy un batallador un poco solitario. No es fácil. Cuando me pongo mi traje y asisto a una reunión del Comité Olímpico Internacional (COI) me topo con dirigentes cuyo promedio de edad es de 70 años. El problema es que para que un deporte entre tiene que salir uno y todos están agarrados porque si se van se les acaba el mundo”, recordó Aguerre en aquella visita a Ecuador (2009).

Pero durante la última década, el fundador de la Federación Argentina de Surf no abandonó el mar, e insistió hasta agarrar la larga ola que lo lleva a Tokio 2020. Es así cómo inició un proceso planificado estratégicamente y bien sustentado para poder incluir al surf en el programa olímpico, logro que se consolidó en el congreso de los Juegos de Río de Janeiro 2016.

Para conseguirlo se apoyó en sus familiares más cercanos y en asesores olímpicos. Su primer colaborador fue su hermano, Santiago; otra persona que estuvo junto a él fue Florencia, su esposa, quien lo acompañó en todas las reuniones a las que asistió. En 2011 contrató al asesor olímpico Bob Fasulo, quien lo guio para sortear el ‘laberinto de influencias’ y contactos inevitables para convertir a un deporte en olímpico. En 2014 se asoció con una firma inglesa de relaciones públicas y comunicaciones, que también trabaja con la organización de París 2024.

"O cambias o te cambian, esa es la cuestión", admitió en 2014 Thomas Bach, actual presidente del COI y principal impulsor del cambio. Con aquel discurso que dio en una histórica sesión llevada a cabo en Montecarlo, el alemán dejó en claro el nuevo objetivo: atraer el interés del público juvenil.

En esa reunión, Bach propuso que se le preguntara al Comité Organizador de Tokio 2020 si había algún deporte que querían incluir. Ahí el surf hizo su ‘ingreso al mar’.

Una nota del periódico The New York Times explicó que: "Lo que con certeza querían los organizadores de Tokio era el béisbol y el karate, que tienen una profunda relación con la cultura japonesa y donde los locales pueden competir por medallas".

Al final, cinco deportes fueron admitidos: béisbol, karate, skateboard, escalada y surf. “Probablemente, este haya sido el cambio más grande y osado en la historia de los Juegos Olímpicos modernos. Una estrategia inclusiva de parte del COI para captar una nueva audiencia”, resaltó La Nación.

Pero el surf presentó sus propios argumentos para ser uno de los protagonistas de la mayor cita deportiva. Además de los cien países afiliados a la ISA y la inclusión en las principales competencias continentales, hubo una estadística que evidenció la influencia del surf en la juventud. Según una investigación de la ISA: “En el mundo existen unos 35 millones de surfistas (dos millones solo en Japón), mientras que el 60% de sus riders tienen menos de 20 años”.

Pero el recorrido de Aguerre como dirigente del surf no culminará en Tokio 2020. Planea ser presidente de la ISA hasta 2022, periodo en el que intentará que la incorporación al movimiento olímpico no sea algo pasajero. París 2024 y Los Ángeles 2028 fueron confirmadas como las próximas sedes olímpicas y el argentino buscará que el surf continúe en la cresta de la ola.

¿Cómo el surf se volvió olímpico?

Esto fue como una remada interminable. Esta remada del surf olímpico tiene por lo menos 22 años. Si en 2014 me preguntaban si el surf iba a ser olímpico, decía tal vez en 2024 o 2020... Se dieron cuenta que tenían que cambiar; que el programa de los JJ.OO. tenían que incluir deportes que representen a la juventud de hoy.

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