Componentes de seguridad: son aquellos que, sin contribuir al trabajo de la
máquina, están destinados a proteger a las personas que trabajan con ella.
Actualmente, en el ámbito industrial, es de suma importancia la protección de
los trabajadores, atendiendo al imperativo legal y económico, así como a la
condición social de una empresa, lo que constituye el campo de la seguridad
laboral, que está comprendida dentro del concepto más amplio de prevención de
riesgos laborales. También es importante dar mantenimiento periódicamente a
estos elementos para su buen funcionamiento.
Mecanismos de transmisión del movimiento
En este caso, el tipo de movimiento que tiene el elemento de entrada del mecanismo (elemento motriz)
coincide con el tipo de movimiento que tiene el elemento de salida (elemento conducido).
Los mecanismos de transmisión pueden ser, a su vez, agrupados en dos grandes grupos:
1.
Mecanismos de transmisión circular: En este caso, el elemento de entrada y el elemento de
salida tienen movimiento circular. Ejemplo: Los sistemas de engranajes.
2.
Mecanismos de transmisión lineal: En este caso, el elemento de entrada y el elemento de
salida tienen movimiento lineal. Ejemplo: La palanca.
Sistemas de poleas
Una polea es una rueda que tiene un ranura o acanaladura en su periferia, que gira alrededor de un eje que
pasa por su centro. Esta ranura sirve para que, a través de ella, pase una cuerda que permite vencer una
carga o resistencia R, atada a uno de sus extremos, ejerciendo una potencia o fuerza F, en el otro extremo.
De este modo podemos elevar pesos de forma cómoda e, incluso, con menor esfuerzo, hasta cierta altura. Es
un sistema de transmisión lineal puesto que resistencia y potencia poseen tal movimiento.
Podemos distinguir tres tipos básicos de poleas:
a) Polea fija: Como su nombre indica, consiste en una sola polea que está fija a algún lugar. Con ella no se
gana en Fuerza, pero se emplea para cambiar el sentido de la fuerza
haciendo más cómodo el levantamiento de cargas al tirar hacia abajo en vez de para arriba, entre otros
motivos porque nos podemos ayudar de nuestro propio peso para efectuar el esfuerzo. La fuerza que tenemos
que hacer es igual al peso que tenemos que levantar (no hay ventaja mecánica) F=R. Así, por ejemplo, si
deseo elevar una carga de 40 kg de peso, debo ejercer una fuerza en el otro extremo de la cuerda de,
igualmente, 40 kg.