núm. 62 ·
se encontraba cerca de las costas
de Colima, de hecho, cuando partí
en la mañana, por toda la autopista
estuvo lloviendo, pero se veía
tranquilo. Llegué a las 8 de la
mañana y de inmediato me empezaron a cargar, a las 10 ya venía de
regreso con el camión cargado.
Había sacado la cuenta aproximada: eran entre 10 y 12 toneladas
de peso. Para evitar que las plantas
se fueran a dañar con el viento,
provocado por la velocidad del camión, coloqué la lona antes de salir de Colima. Había seguido
lloviendo, incluso se dejaban venir
algunas rachas de viento, pero coAcordamos en vernos otro día
mo traía bastante peso, no me
muy temprano en el vivero de Copreocupaba en lo más mínimo.
lima; él se encargaría de tener todo listo, tanto el papeleo como los Cuando llegué a la caseta de cotrabajadores para la carga y des- bro, pasando el Crucero de Cuyutlán, había varios autos haciendo
carga del camión.
fila, pero no avanzaban, me bajé y
Toda la noche había estado llofui a ver de qué se trataba. Se enviendo. Según los pronósticos ancontraba una patrulla de la PFP,
daba una tormenta tropical que ya
obstruyendo el paso hacia Manzase había convertido en huracán, y
to,entre los empleados federales
se encontraba un conocido, que
intercedió por él, llegando a un
acuerdo con el inspector encargado, pues le dio de plazo hasta el
lunes para reforestar como castigo. Para simplificar, el inspector
ofreció,que personalmente entregaría los árboles sin costo alguno
en un vivero propiedad de Semarnat, pero sí tendría que recoger en
Colima, trasladar y plantar los dichosos árboles entre sábado, domingo y lunes a más tardar a las 3
de la tarde, hora en que el inspector, pasaría por el lugar.
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nillo, y el oficial platicaba con varios automovilistas. Escuché que
decía que el Ciclón había entrado
a Manzanillo y que en ese momento estaba golpeando en todo
su apogeo el Puerto.
Cuando salí de Manzanillo, había
dejado a mi familia dormida, y la
verdad me empecé a preocupar.
Miré al oficial; que a leguas demostraba que nunca en su vida
había estado en un lugar donde
pegaban este tipo de meteoros.
Recuerdo que dije: - ¡Oiga ! soy
originario del Puerto, escuché que
en este momento entro el ciclón a
Manzanillo, pero le quiero aclarar,
que un ciclón es mucho más grande que las dimensiones del Puerto,
si está entrando allá no tarda en
pegar aquí donde estamos, y se lo
digo para que en lugar de retener
a los automovilistas aquí, a la intemperie, sería mejor que los regrese, porque hasta la caseta de
cobro va a volar con las rachas de