núm. 64 ·
una que otra bronca, mire ahora estoy bajando una camioneta que me
chocaron, por pura negligencia de mi
chofer, se durmió el cabrón y se fue
a un barranco, gracias a una cerca de
piedra, ahí se detuvo, si no quien sabe, fue antes de llegar a Jiquilpan.
Afortunadamente sólo fueron daños
materiales, pero son detalles que te
atrasan y como están las cosas, ya
sabrás.
- Si te creo - dijo - Mira, cuando llegué hace rato, vi tu semblante, no
quise preguntarte, pero se ve que
andas preocupado. Ahora entiendo
el por qué, me caíste bien, eres a toda madre, se ve que eres franco. Me
llamo Pedro, y en lo que te pueda
ayudar, tu nomás me dices----,
Me ofreció la mano y nos saludamos,
entre plática y plática me dijo, que
ahora que regresara a Michoacán, lo
primero que haría, era ver a su novia,
con la cual estaba comprometido
para casarse, que pensaba comprarle
un bonito regalo, algo fino, de preferencia que fuera de oro, me preguntó que si yo no sabía donde
podía comprar algo extravagante,
que ya había visto algunas joyerías y
no había encontrado nada de su
agrado.
Hay una señora que vende joyería fina, le vendió algunas alhajas a mi mujer, me había dado facilidades para
pagar. Pensé, en que le haría un favor
al llevar a este señor