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· núm. 64
Cómo viajar con
bebés y niños
pequeños en avión.
Por Jimmy Budd, Columnista de Turistampa.
(Enviado por Alida Orozco de Hamilton)
¿Cómo podemos hacer viajes menos estresantes con
nuestros bebés y niños? Puedes empezar hablando
con tu agente de viajes y después con la línea aérea.
Adviértelos por adelantado de tus intenciones. Así, a
veces una aerolínea puede arreglar que una madre y
el niño aborden primero y estén sentados juntos. A
veces, los bebés menores de dos años de edad
pueden volar gratis cuando están sentados en algún
regazo. El padre puede compartir esta tarea con
mamá y ciertamente debe ser en vuelos largos. Las
carriolas generalmente pueden ser documentadas en
la puerta del avión. Generalmente, pero no siempre,
líneas aéreas diferentes tienen reglas diferentes.
Hay algo más que debemos mencionar aquí. Si bien
las aerolíneas permiten que los niños menores de
dos años viajen en avión sin boleto – en brazos de
papá o de mamá – los reglamentos aeronáuticos
exigen que los niños mayores vayan en su propio
asiento y, si la tripulación del vuelo tiene dudas al
respecto, será necesario demostrar la edad del niño.
Lleven consigo una copia del acta de nacimiento.
Debes llegar al aeropuerto temprano y permite que
los empleados de la aerolínea sepan que viajarás con
un pequeñín, o dos. Este quiere decir que tienes que
salir temprano, también. Tendrás que aguantar un
viaje duro, pero no hay ninguna necesidad de hacerlo
más duro preocupándote de si no vas a llegar al
mostrador con tiempo para recoger tu pase de
abordar, documentar tu equipaje y después correr a
la sala – a veces medio kilómetro lejos – en tiempo
para abordar tu vuelo.
Hay otra razón para llegar temprano. Los
aeropuertos son buenos lugares en donde los
pequeños pueden correr de aquí para allá y se
agoten ellos mismos. Solamente estate seguro que
estos pequeños no molestan a nadie. O, por lo
menos, a pocos. La gente de seguridad quizás sean
llamada y los problemas comienzan.Tienes que saber
que padres con niños revoltosos pueden ser
acompañados afuera del aeropuerto, negarles el
abordaje u ordenarles que bajen del avión (pero
sólo mientras no despega).
Trae contigo los alimentos, los libros y los juegos que
necesitarás. También muchos pañales, y las bolsas de
plástico para el material sucio. Trata sin embargo no
pasarte de la raya. Un animalito de peluche debe ser
suficiente.Trae tres, y uno quizás sea olvidado en el
jet, prometiendo berrinches mañana.Y asegúrate que
los críos sepan por adelantado
que deberán
permanecer sentados una vez dentro del avión, ya
que las azafatas estarán ocupadas con aparatos que
anotan los cargos de tarjeta de crédito.
Un pequeño asesoramiento de un experto pediatra:
poco antes que el avión despegue, dar al niño algo de
comer. Masticar ayuda a mantener en equilibrio los
puntos de presión en el oído interno. Si la presión no
está equilibrada, el niño siente dolor, y un niño con
dolor puede dar gritos de llanto. Eso puede inspirar a
los pasajeros sentados cerca a decir groserías feas
para orejas diminutas. Con un golpe de suerte el
chiquito pasará la mayor parte del vuelo durmiendo.