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· núm. 61
Caminando por las
calles de Manzanillo
Pedro López González
H
ace 51 años bajaba del Acapulco, veníamos en la lancha don
Juan Mendoza, Alfonso "La Rana",
“El Gordo” Robledo, Federre “El
Soldador”, Arturo Mora Gaytán "El
Farolito", Florencio Salas Adame “El
Carpintero”, Rafael Domínguez Reyes "El Plátano”, Rivas "El Tequereque" (se casó en Manzanillo con
una chava de la casa de huéspedes
Bruno Serrano, interventor de Hacienda y a Don Luisito, un buen viejito quien fue embarcado por Ortiz
Mena, Secretario de Hacienda entonces.
Pues bien, desembarcábamos en el
muelle; diario pescábamos. Yo llevaba de 12 a 15 pescados, chulas, cabrillas, pintillos, sierras, pero eran
más chulas, y las iba regalando.
mer hoy?” Diario me esperaba a
comer y Doña Trini nos preparaba
"las chulas" al gusto.
Pues bien, diario caminaba del muelle al Savoy a comer. En el camino
iba saludando a mucha gente. En el
crucero del tren, no faltaba “El Matuta”, dando el paso al tren, también
por la Juárez, en Correos saludaba a
Vicente Moya, al Sr. Galindo, a Conchita, muy bella, quién me saludaba
a Paco “El Barbas”, al “Siete Leguas”,
que nunca dejaba de caminar, a un
chamaco que se bebía todas las bachichas de los refre del quiosco, a
Carlos y Josefina, y pasaba a veces
por las aguas de coco que embotellaban las Enciso (¡qué buenas
aguas!) en el Jardín, que entonces
era muy chiquito.
Matando el tiempo me lanzaba a
Los Piedreros, al chile relleno.
donde él se hospedaba), Chucho
Reyes “El Oficial”, (se casó con Toña
“La Güera), Rafael “El Tarzán" qu