La labor docente implica actualizarse y mantener buenas relaciones con los estudiantes. De diversas formas se puede propiciar una relación saludable y optimizar el proceso de enseñanza mediante la creatividad, aprendizaje significativo y un adecuado manejo de los conflictos del aula.
En nuestro país, se critica la falta de apoyo, los problemas de infraestructura y demás problemas económicos que aquejan el sistema educativo, sin embargo eso no es justificación para no poder ser un buen docente. Nuestro papel como docentes es ir hacia adelante en pro de una buena educación para los jóvenes de hoy.
El presente manual no pretende dar soluciones mágicas a los conflictos, más bien pretende establecer una reflexión para la autoevaluación de su propia metodología de enseñanza con el fin de mejorar como profesional y mejorar la calidad del aprendizaje de sus estudiantes.
Se debe señalar que la práctica constante y la retroalimentación ayudan al docente a ser un MMJ en nuestro sistema educativo.