Conclusiones y recomendaciones
Para fortalecer o modificar las relaciones entre usted como docente y sus estudiantes, es necesario un cambio en la manera de referirse a sus alumnos y como organiza su forma de impartir las lecciones. Un docente inflexible y propenso a dirigir todo lo que sus alumnos realicen debilita las buenas relaciones. Recuerde, que al referirnos por relaciones entre docente-alumno, no nos referimos a que el docente debe ser un amigo, más bien, debe ser un adulto equilibrado a quien el estudiante; como adolescente, puede contar.
Cuando un estudiante presenta problemas de conducta, es de vital importancia buscar el origen de este, la facilidad con la que se detecta dicho origen se centrará en la relación que se tenga con este. El docente debe ser un líder positivo en donde apoye a los estudiantes en obtener exitósamente el conocimiento.
Recuerde ser paciente, un profesor es también un ser humano que puede equivocarse y aprender, pues el ser humano nunca termina de adquirir nuevos conocimientos. Las características expuestas en este capítulo pretenden establecer una reflexión acerca de la manera en la que cada docente se relaciona con los estudiantes. Compare la forma en la que, de joven, le impartían lecciones sus profesores ¿es usted como ellos?