Visión Tridimensional Compliance 2014
La creación del Código Único Europeo
Para intentar la diferencia operativa de un negocio hay que lograr una sistematización y
homogeneidad regulatoria.
La diversidad en la normativa existente en el compliance
es un problema actual y que genera dificultades a
la hora de su aplicación. Actualmente, diferentes
aspectos se encuentran desarrollados en distintas
directivas; existiendo directivas de nivel uno, cada una
de ellas con su propio desarrollo
reglamentario, y cada uno de
éstos tiene, a su vez, criterios
interpretativos elaborados
por los distintos reguladores
europeos.
Este es un problema
momentáneo, vaticina María
Gracia Rubio, socia de Baker
& McKenzie. Hoy existe
la decisión por parte de la
Comunidad Europea de crear
un Código Único de Reglas,
donde se vaya volcando toda esa
información dispersa en distintas
normativas en un cuerpo único y
homogéneo.
Si bien hoy hay un problema
de “vértigo” regulatorio, la
voluntad de las agencias regulatorias europeas es
poder contar, en los próximos años, con toda esa
información sistematizada, fortaleciendo la seguridad
jurídica y facilitando el trabajo de los reguladores
nacionales.
El compliance añade valor a las empresas
La figura del complinace officer, cuya principal
actividad es la de control, no está dirigida a complicar
la actividad diaria a las personas que están dentro
de las organizaciones, ni para impedir el desarrollo
de los negocios sino, más bien, todo lo contrario,
es una actividad que está
para desarrollar el negocio
de manera sostenible, de
modo continuo y haciéndolo
sostenible a largo del tiempo,
asegura María Gracia Rubio
socia de Baker & McKenzie.
A su vez, tiene una
función protectora de los
individuos que están dentro
de las organizaciones, en
tanto que, según las nuevas
disposiciones, ya no son sólo
las empresas las que asumen el
riesgo del negocio sino todos
los miembros del consejo de
administración. La función
que los complinace officer deben
desarrollar es la de evitar un
”
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riesgo mayor entre aquellos que forman parte de la
empresa.
En definitiva, el corporate complinace es un elemento
que añade y aporta valor a las empresas, concluye María
Gracia Rubio.
Entrevista a María Gracia Rubio de Baker & McKenzie
Compliance 2014 • IBERIAN LAWYER •
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