MANUAL PARA EL ENTRENADOR
INTRODUCCIÓN
¿Qué es el ajedrez? No es posible dar una respuesta definitiva a esta pregunta, ya que
depende de quién y cómo lo practique. Básicamente es un juego de habilidad
intelectual, una lucha de ideas y conocimientos entre dos rivales que cuentan con las
mismas fuerzas y donde el azar no interviene, pero por su profundidad, dificultad y
pasión que ha generado a través de cientos de años en millones de personas en todo el
mundo es, sin duda, más que eso. Es un deporte por el amplio sistema de organización
de torneos regidos por una Federación Internacional de Ajedrez (F.I.D.E. por sus siglas
en francés). Se celebran todo tipo de torneos, desde los campeonatos mundiales y
nacionales, hasta sencillos eventos escolares. Esto ha permitido que cualquier
interesado en el juego-ciencia, sin importar su edad o nivel competitivo, pueda participar
en esta actividad en forma organizada.
No debemos olvidar que en el ajedrez, como en otros deportes, para lograr una
superación constante, es imprescindible adquirir ciertas cualidades de índole mental y
físico, como complemento de los conocimientos técnicos del juego: una gran ambición
de vencer, poder de concentración, confianza en uno mismo, así como una adecuada
condición física, pues el ajedrez de competencia de alto nivel así lo requiere. Sin
embargo, comprende otros aspectos, por ejemplo, el elemento artístico del juego, ya
que es una lucha continua de ideas estratégicas y tácticas donde cualquiera puede
contribuir con jugadas originales y sorpresivas y darlas a conocer en las revistas
especializadas, obteniendo una gran satisfacción estética. Esta particularidad, que
obliga al que lo practica a pensar en forma independiente y ser creativo en el más
amplio sentido de la palabra, es un factor de gran atractivo. Ha servido, por ello, como
un excelente medio de expresión para mucha gente y en algunos casos, como un
adecuado soporte existencial, ya que el ajedrez nos ayuda a valorar nuestras facultades
mentales. Al respecto, citaré las palabras del Dr. Siegbert Tarrasch, uno de los mejores
ajedrecistas de principios de este siglo:
“El ajedrez es una forma de productividad intelectual, en esto consiste su peculiar encanto.
La productividad intelectual es uno de los grandes goces, si no el más grande, de la
existencia humana. No cualquiera puede escribir una obra teatral, construir un puente o
incluso inventar un buen chiste. Pero en el ajedrez cualquiera puede, y cualquiera debe, ser
intelectualmente creativo y así poder participar en este goce selecto”.
Su valor como actividad recreativa y positiva para la sociedad tampoco debe ser
desestimado. Es una sana disciplina de esparcimiento en el tiempo libre ya que
promueve, con una guía adecuada, elementos valiosos en la educación integral del
aficionado al juego al estimular tanto el pensamiento racional y analítico como el
imaginativo e intuitivo. El ajedrez también se ha relacionado con otros campos del
quehacer humano como la psicología, la educación, la literatura, la cibernética,
etcétera. Es por tanto, una actividad intelectual que ha interesado a un amplio sector de
la sociedad. Recordemos el lema de la Federación Internacional que es "GENS UNA
SUMUS", es decir, Somos una Familia. Esto simboliza el gran poder que tiene el
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