Manual de Ejercicio Profesional Médico Edición 2020 | Page 279
Capítulo IV Recomendaciones para una Medicina Segura
Sintonía. Conociendo los patrones culturales
del otro, entendiéndolo y enriqueciendo el
propio mundo empáticamente. sistemas médicos, así como el carácter práctico
que tiene para el paciente el acudir a uno u otro
sin mayores problemas.
Sinergia. Juntos somos más que separados,
trabajando en conjunto logramos resultados
que solos no podríamos o sería muy difícil. DE LA PRÁCTICA CLÍNICA EN TERRITORIO
MAPUCHE A LA PROPUESTA DE
CONSTRUCCIÓN INTERCULTURAL EN
SALUD
Existen hoy varias herramientas que sostienen
nuestro trabajo en esta área, cuerpos legales que
desde la década pasada han venido a normar las
actividades de agentes de salud distintos a los
del propio modelo halópata estatal: Decreto Nº
42/2005 Medicinas Complementarias, Norma
Nº 16 Sobre Interculturalidad En Los Servicios
De Salud (Resolución Exenta 261/2006), Política
de Salud y Pueblos Indígenas (Resolución
Exenta Nº 91/2006), Decreto Nº 123/2008 sobre
Acupuntura, Decreto 19/2010 sobre Homeopatía,
Convenio Nº 169 OIT (Septiembre 2009).
COMPLEMENTACIÓN EN SALUD
Existen puntos de conexión entre los modelos
de salud mapuche y occidental si ponemos al
paciente en el centro, parece ser más natural en
salud mental la articulación, ya que al menos se
parte de la base de que cada ser humano tiene
el derecho a un lenguaje de símbolos propios
que debe respetarse. El modelo occidental
no reconoce la existencia de un espíritu como
constituyente de la persona, así como le baja
enormemente el perfil a la idea de entorno y
de la enfermedad como desequilibrio global del
individuo, pero sí reconoce la existencia de la
psiquis y de patología psiquiátrica.
Un paciente puede ingresar sólo o acompañado
de una o varias personas, para lo cual no
deberíamos pensar en que obstaculizan la
atención, sino que al menos son su red de
apoyo. Si la cantidad de gente es imposible
para el espacio físico, pudor del paciente o
interrumpe la labor del equipo, podemos
advertir que son muchos en tan poco espacio
y generalmente los familiares se ordenan sin
problemas, generalmente quedarán impares
con el paciente, pues bajo su mirada es el
profesional quien empareja y equilibra. Si
es necesario se pacta con la familia y se hace
ingresar a algún familiar y sale otro que este
dentro a definir con ellos.
Existen experiencias positivas en varios puntos
del que, con mayor o menor autonomía, han
evidenciado la vigencia del sistema médico
mapuche y la gran capacidad de adaptación y
articulación ante la presencia de otros sistemas
de salud. No es infrecuente que al preguntar conteste
alguien que no es el paciente, esto no obedece
necesariamente a un afán dominante por parte
de uno o mas familiares, sino a la mirada más
integral del grupo, donde se vivencia el proceso
de salud-enfermedad colectivamente y donde
el paciente pasa a ser el sujeto índice, por quien
fluye la enfermedad y, al pasar a un estado de
“dejar de ser” llamado kuttanche, no es el mas
indicado para hablar de lo que le ocurre, ya que
la enfermedad no le permite apreciar la totalidad
de lo que le pasa y perturba hasta sus sentidos
y/o su capacidad intelectual. El paciente aún así
puede hablar, referirnos síntomas y establecer
diálogo con nosotros, contenido que es de
lectura “entre líneas", y que necesariamente
debe tener su justo peso en el conjunto de lo
que se nos refiere por el resto de la familia.
Conociendo ya los elementos básicos del
sistema médico mapuche y entendiendo la
existencia de un modelo médico mapuche,
las implicancias históricas derivadas de su
interacción con el sistema médico occidental
chileno y la real presencia e intervención en el
proceso curativo de la población mapuche y no
mapuche que la requiere a diario, constatamos
la existencia de esta pluralidad de modelos y Durante el examen físico algunos abandonarán
el lugar por pudor del afectado, situación
que debemos advertir al comunicarles que
es necesario que se quite la ropa. En algunos
casos el paciente incluso de desnuda mientras
sus familiares le rodean y observan, observando
incluso el examen físico del médico. No se trata
de un proceso de supervisión, sino más bien
de un proceso colectivo a partir del médico,
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