Manual de Administración Deportiva 2014 | Page 72
A. INTRODUCCIÓN
Aunque el desarrollo del deporte no es una panacea
para todos los problemas de la sociedad ni una
prioridad en comparación a las necesidades de
subsistencia de las comunidades menos favorecidas,
puede tener muchos efectos positivos y ser una
herramienta muy valiosa para el desarrollo. Es tanto
un medio como un fin en sí mismo.
El deporte tiene la capacidad de unir a las personas,
a pesar de las divergencias nacionalistas, políticas,
religiosas y culturales. Puede potenciar la integración
social y la identidad de las minorías y los grupos
marginados, como los niños de la calle, las minorías
étnicas o las personas que viven con el VIH/SIDA.
El deporte puede también contribuir al desarrollo
económico local y crear puestos de trabajo a través
de las numerosas actividades generadoras de ingresos
relacionadas con la práctica del deporte.
©E.Hockstein
El deporte puede servir para luchar contra la discriminación y crear una mayor conciencia de los derechos
de las mujeres, así como para tender un puente entre comunidades en desacuerdo. Contribuye al proceso
de superación en las poblaciones que han vivido una situación traumática y aporta alegría y diversión.
Como parte integrante de la educación básica, el deporte contribuye a la salud mental y física e inculca
la disciplina de la actividad física en las personas. Puede ser una plataforma muy útil para ofrecer una
educación preventiva contra diversas enfermedades que afectan a las poblaciones y los grupos de alto
riesgo. Llega a los jóvenes de todos los grupos sociales.
La comunidad internacional ya ha reconocido la importancia del desarrollo comunitario a través del deporte,
de manera formal o informal. Gracias a este reconocimiento, se han aplicado numerosos proyectos en
todos los niveles de la comunidad deportiva.
B. EL COI Y SU RESPONSABILIDAD SOCIAL
“El COI y el movimiento deportivo en general tienen una responsabilidad social: facilitar el acceso a la
práctica deportiva y, de esta manera, divulgar los valores del deporte a toda la sociedad. […] Aunque no
podemos esperar que el movimiento deportivo resuelva los problemas socioeconómicos que amenazan la
paz mundial, el deporte debe esforzarse por aportar su grano de arena allí donde los movimientos políticos
y sociales han fracasado”. Jacques Rogge, presidente del COI.
Los Juegos Olímpicos dejan un legado cada vez más positivo en términos de desarrollo económico y social
para la ciudad anfitriona y el país en general. Más allá de los Juegos, el COI y el Movimiento Olímpico
están entregados a la promoción de los valores de solidaridad, paz y dignidad humana, arraigados en los
principios fundamentales del Olimpismo tal y como se reflejan en la Carta Olímpica (2013): “El objetivo
del Olimpismo es poner siempre el deporte al servicio del desarrollo armónico del ser humano, con el fin
de favorecer el establecimiento de una sociedad pacífica y comprometida con el mantenimiento de la
dignidad humana”.
De acuerdo con los compromisos derivados de ser una organización socialmente responsable, el COI
promueve un desarrollo deportivo en la sociedad para aumentar el acceso a la actividad física en todo el
mundo y mejorar el bienestar de la humanidad a través la promoción de los valores olímpicos.
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