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INTRODUCCIÓN
En 1997 un grupo de jóvenes comenzó a trabajar por el sueño de superar la situación de pobreza en la que vivían millones de personas. El sentido de urgencia en los asentamientos los movilizó masivamente a construir viviendas de emergencia en conjunto con las familias que vivían en condiciones inaceptables y a volcar su energía en busca de soluciones concretas a las problemáticas que las comunidades afrontaban cada día.
Esta iniciativa se convirtió en un desafío institucional que hoy se comparte en todo el continente. Desde sus inicios en Chile, seguido por El Salvador y Perú, la organización emprendió su expansión bajo el nombre “Un Techo para mi País”.
Luego de 15 años de trabajo, TECHO mantiene operación en 19 países de Latinoamérica y el Caribe: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Además, cuenta con oficinas en Estados Unidos, así como también en Londres, Inglaterra.
Techo atravesó un período de cambios. De una etapa fundacional, donde la expansión, aprendizaje y adaptación fueron fundamentales en una primera instancia, a una etapa de consolidación, donde la gestión, el impacto y el desarrollo comunitario toman un rol protagónico en el modelo de trabajo.
Desde el 2010 se ha trabajado en un proceso de cambio y reenfoque centrado en tres ejes: modelo de intervención, gestión social de proyectos y estructura organizacional, lo que nos llevó a una reconfiguración de la identidad y cultura organizacional de TECHO.
Es por ello que para reducir gastos, tiempos muertos y tener una mejor trazabilidad en la información y procesos en el área de Formación y Voluntariado, especialmente con los voluntarios nuevos, se utiliza ASANA y este manual guía a las personas en el paso a paso para que entiendan que es y como funciona ASANA y su relación con Formación y Voluntariado en TECHO.