Mamá, ¿tú me quieres? Mamá, ¿tú me quieres? TEASER | Page 40
Mamá, ¿tú me quieres?
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Hasta cierta edad, la intervención del adulto en estas ocasio-
nes es acertada y necesaria para que ellos se conozcan y selec-
cionen lo que realmente sienten. Pero también es importante
no intervenir cuando tus hijos saben identificar bien qué les
pasa o qué sienten. Si lo haces, los puedes llevar a un estado de
confusión emocional.
CONOCER A TUS HIJOS E HIJAS
Como padres tenemos la obligación de conocerlos, de saber
cómo son realmente y no cómo nos gustaría que fueran. Y eso
solo se consigue educándonos también a nosotros. Mientras los
observamos y escuchamos a ellos, también crecemos nosotros.
Todos vamos en el mismo barco y tenemos que evitar que se
hunda.
A medida que tú, como padre o madre, vas creciendo y
descubriendo cómo se comportan tus hijos e hijas en casa, y
cómo lo hacen delante de sus amigos o en la escuela, se te abren
buenas oportunidades para mirar dentro de ti y darte cuenta
de lo que llevas en tu mochila y de lo que proyectas en ellos,
de sus sombras.
EL AMOR COMO SUSTENTO DEL SISTEMA DE PERTENENCIA
Todos somos elementos que formamos parte de este todo; y
este todo es la familia. El sistema de pertenencia se sustenta en
la base del amor porque, cuando hay un amor incondicional, un
amor seguro y libre, sentimos que formamos parte de algo, pero
a la vez somos libres de salir de este algo sin sentirnos aislados o
solos. No se trata de atribuir culpas a nadie, porque nadie es per-