Mamá, ¿tú me quieres? Mamá, ¿tú me quieres? TEASER | Page 40

Mamá, ¿tú me quieres? 39 Hasta cierta edad, la intervención del adulto en estas ocasio- nes es acertada y necesaria para que ellos se conozcan y selec- cionen lo que realmente sienten. Pero también es importante no intervenir cuando tus hijos saben identificar bien qué les pasa o qué sienten. Si lo haces, los puedes llevar a un estado de confusión emocional. CONOCER A TUS HIJOS E HIJAS Como padres tenemos la obligación de conocerlos, de saber cómo son realmente y no cómo nos gustaría que fueran. Y eso solo se consigue educándonos también a nosotros. Mientras los observamos y escuchamos a ellos, también crecemos nosotros. Todos vamos en el mismo barco y tenemos que evitar que se hunda. A medida que tú, como padre o madre, vas creciendo y descubriendo cómo se comportan tus hijos e hijas en casa, y cómo lo hacen delante de sus amigos o en la escuela, se te abren buenas oportunidades para mirar dentro de ti y darte cuenta de lo que llevas en tu mochila y de lo que proyectas en ellos, de sus sombras. EL AMOR COMO SUSTENTO DEL SISTEMA DE PERTENENCIA Todos somos elementos que formamos parte de este todo; y este todo es la familia. El sistema de pertenencia se sustenta en la base del amor porque, cuando hay un amor incondicional, un amor seguro y libre, sentimos que formamos parte de algo, pero a la vez somos libres de salir de este algo sin sentirnos aislados o solos. No se trata de atribuir culpas a nadie, porque nadie es per-