Paula Alcaide
Psicóloga Social y Clínica, Psicoterapeuta especializada en problemas afectivosemocionales, problemas de autoestima, dependencia emocional, relaciones de pareja.
Emprendedora social
Colegiada con Núm. 20186
Consultas a: [email protected]
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Tengo 18 años. Desde que era
pequeña y ya cuando cumplí los
doce tuve claro que soy lesbiana. Gracias a mi “maravilloso”
colegio me vi despreciada,
humillada y tratada como una
paria, pero por suerte me cambie a un instituto donde conocí
a gente que me ayudaron a
sentirme cómoda.
Le confesé, con
miedo por experiencias pasadas,
que sentía algo
que se podría
asemejar al amor.
Le abrí conversación y mi
Acabando primero, uno de mis sorpresa fue que ella estaba
compañeros y entonces amigos, en Urgencias, ingresada por
salía con una chica. Conocí
un ataque de ansiedad. Ella no
a esa chica un sábado frente
estudiaba aquí (Asturias), estaal Burger King y tras hablar
ba en Avila. Ese día estaba en
cinco minutos con ella, ellos se urgencias gracias a mi “queridímarcharon y yo me quedé con
simo” amigo. Como me dijo
el resto de mis amigos.
ella, no es lo mismo dejar que
que te dejen. Cuando dejas
Durante la siguiente semana yo te miras a ti, cuando te dejan
hablé con el chico en cuestión miras a la otra persona.
y le pregunté cómo estaba ella,
y qué tal le iban los estudios
Estuvimos hablando toda la noporque, para cinco minutos,
che, toda la semana siguiente y
me sentí muy cómoda con ella la siguiente también.Mi sorprey nos echamos unas risas. (a
sa llegó cuando me confesó
costa de él pero bueno...)
que llevaba semanas espiándome el Twitter para saber qué
Ese mismo jueves rompieron. Yo sentía yo, ya que no me atrevía
me enteré el viernes y con mi
a decírselo ¡ni loca! Le confesé,
puntín de vodka le perseguí por con miedo por experiencias
la casa hasta que me dio el nú- pasadas, que sentía algo que
mero de ella, ya que sabia que se podría asemejar al amor.
ella también le había pregunta- Para mi sorpresa ella se sentía
do por mí durante la semana.
igual.
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MagLes #14 | mayo / junio 2014
El embrollo de la cuestión viene
tres semanas después, cuando
ella acaba segundo de enfermería en Ávila y se vuelve a Asturias. Junio, 14 de Junio del
año pasado. Nos encontramos
en la playa, ella baja del bus
sonriendo tras haber conducido
cuatro horas por la autopista sin
poder decirle a su madre a qué
se debía esa sonrisa idiota ya
que, el que debía ser su novio,
se quedaba en Ávila.
Tenía tanto miedo como yo,
bueno no, ella tenía más miedo
que yo. Acudir allí ya era un
mérito sintiendo lo que sentía,
que le gustasen mis besos y
estar conmigo podría asemejarse en su entorno a un auténtico
suicidio. Estuvimos juntas, pero
ese mismo día, caminando por
el centro se dio cuenta de que
la gente mira y sonríe, y algunos miran demasiado. Se sentía
incómoda.
Estuvimos juntas, pero ese
mismo día, caminando por el
centro se dio cuenta de que la
gente mira y sonríe, y algunos
miran demasiado. Se sentía
incomoda.
El problema fundamental es
que, sus padres (y TODA la