Tatuador: tu
Texto: Rocío R. Wichi
Muchas de nosotras hemos empezado en el mundo del tatuaje por una simple curiosidad;
aunque bien es cierto que, cada vez más, este tipo de arte está a la orden del día. Antes de
empezar a tatuarte, tienes que tener claras bastantes cosas, como el diseño, el lugar donde
te lo harás o el tatuador que escogerás. Esto último es más importante de lo que parece.
El papel del tatuador es vital. No es
sólo una persona que dibuje algo
en tu cuerpo, sino que es un artista
deseando plasmar emociones en
tu piel, una especie de psicólogo o
terapeuta que debe captar tu idea
y entender tu historia para reflejarla
de manera fiel y creativa. El tatuador coge emociones, sentimientos
y anécdotas y las transforma en
algo tangible, y que, además, va a
estar a la vista y de forma permanente en ti.
Elegir el estudio
En primer lugar, ten en cuenta el
estudio donde vas a tatuarte. Debe
ser un lugar limpio, con buena
iluminación, preferiblemente desinfectado a fondo –incluso la camilla
donde vas a reposar mientras el
tatuador trabaja-. El material debe
ser de un solo uso y esterilizado,
y se deben usar tapones de tinta
distintos para cada uno de los
clientes.
El tatuador es una especie
de psicólogo o terapeuta
que debe captar tu idea
y entender tu historia para
reflejarla de manera fiel
y cerativa.
Es bueno también que el estudio
tenga una zona privada donde tatuar,
que no esté a la vista de cualquiera
que se asome a la tienda. Es mejor
que los diseños propios del artista
estén expuestos, y que los diplomas
sobre su formación se encuentren
a la vista. Cualquier tatuador bien
formado estará orgulloso de
enseñar sus diseños y su valía.
El tatuador
Una vez hayas encontrado
el lugar ideal, debes fijarte
en el estilo y trayectoria del
tatuador.