MagLes Revista Lésbica MagLes 14 | Bollos Campesinos | mayo/junio 2014 | Page 24

Mujeres lesbianas y mundo rural Por Conchi Unanue Cuesta A día de hoy las mujeres rurales han podido alcanzar ciertos logros en lo que respecta a representación pública, participación asociativa y política, ingreso en lo laboral como empleadas y como empresarias-empleadoras, como dinamizadoras de un contexto envejecido y masculinizado. Pero a pesar de todos los pasos dados, el mundo rural aún conserva muy marcadas líneas patriarcales y de gran sesgo machista. Es un contexto en el que todavía la figura de las mujeres en gran medida sigue ligada al padre y posteriormente al marido, como es lo esperable y deseable en toda mujer. Pero ¿qué sucede cuando las mujeres del mundo rural no cumplen esa norma?, ¿qué sucede cuando en un contexto en el que el núcleo básico es la familia, aparecen nuevas formas de familia? Si la figura de la mujer es un tema “periférico” dentro del mundo rural, si pretendemos hablar de la sexualidad de la mujer y más en concreto de la sexualidad de aquellas mujeres que en gran medida dinamitan el sistema de control social patriarcal, heteronormativo y binario, nos encontramos con un mutismo y una invisibilización tremenda. Invisibilidad Uno de los “talones de Aquiles” de las mujeres lesbianas es precisamente la visibilidad o más en concreto lo contrario (ser invisibles). Si en el pasado de alguna forma pudo beneficiar ocultar sus relaciones de pareja, ahora pasa factura su poca presencia cotidiana, porque lo que no se ve, no existe, y lo que no existe no puede exigir derechos y respeto. No podemos olvidar que el mundo rural conserva gran parte de su poder y control justamente en la cantidad de sus habitantes, lo que genera que más o menos tod@s se 24 MagLes #14 | mayo / junio 2014 conozcan directa o indirectamente y con ello se pondría en marcha la “maquinaria de control social”, que hace cumplir de alguna manera uno de los refranes sobre el mundo rural “pueblo pequeño: infierno grande”, y sobre todo infierno para quienes de alguna manera se escapan de las normas. estar seguras y así poder ser ellas mismas. ¿Hay que salir del pueblo? Si ya “bajamos a tierra firme” a la realidad de las mujeres, la práctica totalidad de las mujeres con las que hablé, tienen la seguridad de que para ser ellas realmente y vivir plenamente su vida deben salir de sus pueblos y/o aldeas, deben irse a sitios donde sean desconocidas y ese anonimato proporcione ventajas que no tienen a diario. Si lo que están tratando las administraciones de todo tipo es fijar población en el mundo rural, promover el relevo generacional, promover nuevos yacimientos de empleo, tenemos que ser conscientes de que hay una parte de la población que emigra de manera forzada, podríamos denominar “emigrantes por opción sexual”, personas que podrían desarrollar su vida en el mundo rural, tener hijos/as si así lo deciden y aportar riqueza y diversidad a un mundo que con su “cerrazón” está fabricando su propio fin. Afirman que para quedar con otras lesbianas, socializarse, divertirse y ligar, deben ir a ciudades, donde el pasar desapercibidas les proporciona la tranquilidad, el espacio, el anonimato e intimidad que necesitan para Mi reflexión iría en la línea de que si hay ciudadanas que se ven obligadas a emigrar para poder ser ellas mismas e intentar ser felices, algo no funciona en esta sociedad, algo debemos cambiar. Si una parte de la sociedad es obligada a vivir su vida en lo privado,