Nuestra
boda
Mar & Mireia
Nos conocimos a través de un mensaje en una botella, lanzado al espacio cibernético por mí,
en busca de alguien que compartiera conmigo la pasión por una película: Moulin Rouge.
Por aquel entonces lia “convencional”, mis padres, los
suyos… lo dejamos varias veces
intentar olvidarla
yo estaba casada pero, aapesar de la monotonía, misy
volver retomar
con un hombre y
amigas me decían que, parecía una
hacía un mes que muerta en vida, que me apagaba
por dentro sin ella.
acababa de ser
madre. Pero no
Así, una Semana
era feliz
Santa, tomé la decisión de cortar por lo
Siempre había tenido clara mi
sexualidad pero, marcada por una
sano con la vida tramadre autoritaria, y un miedo atroz
dicional y ponerme
a el que dirán, nunca me había
atrevido a salir del armario… hasta
las pilas para recuque la conocí a ella.
perar todo el tiempo
Quedamos un mediodía en una cafetería de Gracia, y en el mismo ins- perdido en una farsa
tante en que la vi, me enamoré de
de vida junto a
ella. Era la mujer perfecta, preciosa,
divertida, sensual y dulce. Nunca
alguien por quien
había sentido algo así por nadie. No
podía creer que por fin podría tener no sentía nada.
una relación con una mujer como
siempre había deseado.
Fue algo muy duro para las dos.
Dura