yo había pasado por lo mismo en
su momento. Ese proceso iba a ser
duro, muy duro (aunque aún no lo
sabíamos...) pero ese día, esa noche,
empezaba nuestra vida juntas. Y fue
tan inolvidable...
Aunque pasen muchos años, nunca
olvidaré aquel momento en el que
mientras la miraba pensé, sí, mi corazón lo sabía... ella me quería.
Al principio lo mantuvimos en secreto, y poco a poco fuimos diciéndolo
al círculo más cercano, después en
el trabajo que compartíamos, y más
tarde a todo el mundo, ¡casándonos!
Ese sí que fue
el día más feliz
de nuestra vida...
Para explicarlo no hay palabras, porque fue puro y absoluto sentimiento.
Todo fue increíble, perfecto y maravilloso hasta el punto de no poder
expresarlo sin emocionarme.
Rodeadas de toda nuestra familia, de
nuestros amigos, sucediendo todo
tal y como lo habíamos soñado... Fue
una boda por todo lo alto, porque
habíamos estado tanto tiempo en
silencio, que cuando pudimos decirlo, era casi necesidad gritarlo a los
cuatro vientos, haciendo que ese día
hiciera eco, dejando una huella imborrable no solo en nuestra alma, sino
en el de todas las personas a las que
pudiéramos llegar.
Así es como se conquista un corazón,
como se conquistan los sueños... con
Amor, con paciencia, con ilusión y con
tesón... Y así, paso a paso, es como
habíamos construido una familia...
una familia que deseamos aumentar
en breve... Esa, es nuestra próxima
conquista.
18
MagLes #13 | marzo / abril 2014