MagLes Revista Lésbica MagLes 11 | Les Power | Enero 2014 | Page 27

Sexualidad Para este número de MagLes me había propuesto escribir sobre el clítoris, porque bajo mi punto de vista nada hay en sexología más Les Power que él; pero ahora que me he puesto a ello una duda asalta mi mente: ¿qué puedo decir yo a las lectoras de MagLes que no sepan ya sobre el clítoris? Y sinceramente, creo que muy poco, por esto el artículo no versará sobre qué es, dónde se encuentra o cómo estimular el clítoris (información que supongo muchas ya conocéis); sino que escribiré sobre lo que el estudio del clítoris ha aportado a la sexualidad femenina y por extensión a la lésbica. Descubrimiento El clítoris ha sido descubierto, olvidado y encumbrado a lo largo de la historia. En 1559, el anatomista italiano Renaldo Columbus aseguró haber descubierto la sede del placer femenino, el clítoris. Siglos después, en 1950 Alfred Kinsey le otorga su importancia dentro de la masturbación. Casi dos décadas después Masters y Johnson reconocerán su papel, casi imprescindible en el orgasmo femenino. Reproducción y Placer Durante siglos nos hicieron creer que la reproducción y el placer sexual estaban rigurosamente unidos, hasta que los anticonceptivos nos mostraron que podía darse lo uno sin lo otro; pero esto era algo que la naturaleza humana ya había manifestado desde hacía mucho por sí sola y no había sido tenido en cuenta. Nuestro cuerpo poseía un órgano cuyo único propósito era el placer sexual y nada tenía que ver con la reproducción humana, el clítoris. Órgano que todas las especies animales en la que los machos tienen pene genital, las hembras poseen; pero a diferencia de nosotras lo poseen en el interior de su vagina (según algunos estudios, nuestro clítoris hace muchos, muchos años estaba en su totalidad en el interior de la vagina y con la evolución ha ido moviéndose hacia el exterior), demostrando así que, en el caso de las mujeres, reproducción y placer pueden darse por separado. Es decir, la ubicación y la función de nuestro clítoris demuestran que placer, reproducción, penetración y heterosexualidad no tienen por qué darse juntos. Capacidad sexual superior Durante siglos nos hicieron creer que la sexualidad femenina era inferior y supeditada a la masculina, hasta que William Masters y Virgina Johnson investigadores de la respuesta sexual humana, que llegaron a observar directamente unas 10.000 respuestas sexuales completas pacidades sexuales muy superiores a las de los hombres y la satisfacción sexual que pueden conseguir por sí mismas es igual y, a veces, incluso superior que la que obtienen con los hombres. El estudio llevado a cabo por Masters y Johnson, que en un lado dejó claro que nuestro disfrute sexual es igual o superior al de los hombres, debido a nuestra capacidad multiorgásmica y nuestro casi nulo periodo refractario. Por otro lado, demostró que la mujer para sentirse satisfecha sexualmente, en la mayoría de las ocasiones, no necesita a un hombre puesto que no es la penetración la que nos hace disfrutar sino la estimulación clitorial. Además, con su investigación consiguieron desterrar la falsa idea de Freud que consideraba el orgasmo clitorial como un signo de inmadurez psicológica, puesto que comprobaron que únicamente existe un tipo de orgasmo y varias formas de conseguirlo; y que curiosamente entre el 70 y el 80% de las mujeres lo alcanzaban con estimulación del clítoris. Nuestro regalo En conclusión, si hay algo en que las mujeres nos diferenciamos de los hombres y de las hembras de otras especies es en que nuestro cuerpo disponemos de un órgano que está exclusivamente diseñado para el placer. Por ello desde aquí os animo a todas a utilizar aquello de lo que la naturaleza nos ha dotado, el clítoris. 27 MagLes #11 | enero 2014