EL BOXEO PUEDE
SER ALGO BELLO
San Francisco, CA- Habiendo presenciado peleas de boxeo en cuatro
continentes, siento la necesidad de llevarles a mis
raíces boxísticas. Cuando el ya fallecido contendiente de peso pesado
Eddie Machen me enseño
el deporte de boxeo, fue
realmente algo hermoso.
Independientemente de
los títulos ganados luego
de la muerte de Machen,
creo que el tiempo más
hermoso para mí de mi
vida boxística fue cuando
no me había enterado de
la política (interna), la co-
rrupción, o el negocio de boxeo.
Intervención de resistencia del retador peso pesado
Cuando Eddie Machen (50-11-3, 29 KOs) me quitó de encima de Guy Lambert, cuando estábamos envueltos en una
pelea callejera de vecindario, frente a un lugar de encuentro
llamado Jim’s Donuts, él agarraba a un “pit bull” indisciplinado. Machen, quien peleara con Sonny Liston, Ingemar
Johansson, y quien fue el primero en ganarle a Jerry Quarry, me arrastró a un bar, el “Club 3300.” Mientras el dueño
Jack Keen, y el ex-boxeador y camarero Hank Berrera observaban, Machen tomó un pedazo de hielo en su intento de
eliminar la hinchazón del golpe que bajo mi ojo. Esa fue la
versión de 1970, de lo que se conoce hoy como “la eliminación de una hinchazón.”
“El miedo es la mejor motivación”
La pelea comenzó cuando Lambert me quitó mis $.25 de una
máquina de juegos de la tienda de donas y se la puso en el
bolsillo. Según íbamos caminando hacia afuera, yo temblaba porque a Guy se le conocía como un rufián. Yo era cuatro
o cinco pulgadas más bajito y tal vez 30-40 libras menos que
mi contendiente, confieso pues, ¡que sentía mucho miedo!
¡La policía que nunca llegó!
Habiendo leído algunos de los escritos del legendario entrenador de la NFL Vince Lombardi, me dí cuenta que tal vez
el sentir tanto miedo fue lo mejor para mí. Dicho esto, la
sensación de victoria se esfumó cuando Machen me dijo que
alguien había llamado a la policía. Con el apaleado Lambert
gritando que me X