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En nivel primario suelen promoverse mayores acciones de promoción de la salud. En nivel medio, la orientación formativa (Economía/ Matemática) condiciona el trabajo sobre la promoción de salud. A nivel Superior se observa que las acciones de promoción se vinculan al cuidado de la voz.
El uso del cuerpo en al práctica pedagógica es limitado por el espacio físico y sus modalidades de uso por parte del docente a cargo. Los alumnos de los distintos niveles expresaron que pasan la mayor parte del tiempo sentados y que el movimiento corporal está asociado a las clases de educación física. Sólo en una de las entrevistas a estudiantes surge que el docente implementa estrategias para mejorar el bienestar físico de los alumnos durante las horas de permanencia en el aula.
En cuanto a las actividades en contacto con la naturaleza, surge en los tres niveles (Primario, medio y superior) que los espacios edilicios edilicio no cuentan con espacios verdes para incorporar actividades de promoción de la salud como rutina diaria. Son las actividades extraprogramáticas las que permiten a los estudiantes vincularse con la naturaleza (Ej: campamentos, excursiones, salidas especiales)
En cuanto a las modalidades de expresión aúlica, en los tres niveles se identifican modalidades similares: oral-escrita-gestual- artística mediante la pintura, música y teatro. En el nivel superior se identifica el uso de las manos que acompañan la expresión oral, pero surge que “son clases abiertas de interacción pero tradicionalistas” (estudiante)
Cuando se relatan experiencias pedagógicas que ponen en juego la corporeidad, motricidad y la expresión tendiente a favorecer la salud, se evidencia que en la escuela primaria resultan significativas, mientras que en el nivel medio o superior resultaron de escasa relevancia. A tal punto un alumno de nivel superior plantea: “hay un poco de desestructura en algunos profesores que se sientan en los últimos bancos”
En cuanto a los beneficios de considerar la corporeidad en el aula, las propuestas fueron interesantes; evidenciando que los docentes cuentan con conceptos teóricos sobre la corporeidad pero que el ámbito de su implementación está fuertemente condicionado por el sistema de enseñanza; con lo cual surge la necesidad de modificar el diseño curricular en función de promover la salud de los sujetos involucrados en las prácticas pedagógicas.
*CONCLUSIONES