Siempre y en distintas circunstancias él estuvo ligado a la maquetería, una vez que cerró su tienda, y como empleado, su nicho y experiencia siempre vieron la luz del protagonismo, ya sea en un rincón de la gran oferta en jugueterías como en las mejores exposiciones de la ciudad que se recuerden. Con mucho pesar y gratitud le recuerdo pues en cada ocasión que nos encontrábamos, siempre el compromiso de ayuda y actualización de sus proyectos y sueños te invadía con energizante y cordial ánimo, para invitarte de alguna manera a la acción maquetera. En realidad y casi sin saberlo tal vez él, a decirle a mi espíritu "no dejes tus sueños", no dejes a ese niño que quiere jugar y salir, deja un tiempo para aquello que te hace feliz. Así era Germán con su peculiar y entusiasta forma de hablar y por supuesto, su cigarro infaltable.