MAG MARZO 2016 | Page 40

La condición global del país exige ampliar los horizontes actuales y apreciar la oportunidad del momento actual. En lo político, será un nuevo pacto democrático y constitucional en que se revise la forma de Estado y gobierno, el perfeccionamiento de las Instituciones, los Derechos Fundamentales a cautelar, las oportunidades de (re) emprendimiento, la protección a sectores vulnerables y el sistema de pensiones, o el rol de nuestra República bicentenaria en el escenario internacional, con actuales desafíos en la zona del pacífico (1). .El debate y actuación en el destino de Chile es, desde luego, la más importante reflexión conjunta que podemos realizar, y la construcción de acuerdos entre posiciones diversas a través de mecanismos formales o no, es de vital importancia para la oportunidad de las generaciones futuras (2).

Necesitamos re-definir el antiguo modelo de organización del poder del Estado Unitario, defendido como un dogma homogéneo por los sectores hasta ahora beneficiados por él, en circunstancia que cada vez es más visible la necesidad que los territorios del país adopte decisiones directas sobre su destino regional, y puedan fortalecer el accionar local. La aprobación de recientes cambios para la elección directa de Intendentes regionales, va en la línea adecuada, pero también se necesita fortalecer los impuestos con un claro contenido regional, no solamente a patentes mineras o resultantes de ingresos de casinos de juego. Evidentemente el impuesto a la renta y el IVA deben considerar un porcentaje para las regiones donde se encuentran emplazadas las actividades que generan el hecho imponible.

También debemos asegurar que los poderes del Estado sean autónomos, independientes y sujetos a frenos y contrapesos donde la potestad jurisdiccional, ejecutiva y legislativa no estén concentradas. Sabido es que, a máxima concentración, mayor riesgo de abuso o desviación. En este punto, la Constitución de 1980, tiene un orden de precedencia verticalista, donde a la Jefatura de Gobierno se le entrega un poder exorbitante, que incluye iniciativa legislativa exclusiva en una amplia gama de materias (económicas, administrativas y pensiones), así como la calificación de las urgencias que determinan el ritmo de la legislación. Un país que asegure la representación de sus parlamentarios, debe al menos permitir una separación de poderes, y otorgarles a éstos el impulso de las normas de orden general y obligatorio.

En cuanto a algunos Derechos Fundamentales, es un deber de la comunidad política ampliar sus horizontes al momento de pensar sobre la nueva dimensión del Derecho a la vida, que incluye un medioambiente sano, y que nos obliga a discutir sobre aspectos de cambio climático; pérdida de biodiversidad; escasez hídrica y sostenibilidad de sectores económicos industriales claves en su relación con los ecosistemas. Así por ejemplo es indispensable avanzar en el tratamiento de los pasivos mineros históricos acumulados en el país, y contar con planes de descontaminación eficaces en zonas históricamente afectadas por altas emisiones o descargas, tal como ocurre en el entorno de las ciudades mineras del norte del país. (3).

Respecto al emprendimiento, en tiempos de ajuste es donde mejor florece la invención. El país no puede perder el potencial de ser proveedor de clase mundial en la minería y otros rubros en recursos naturales, para lo cual el aporte de las patentes industriales originadas en Chile asociadas a los servicios en las áreas de recursos naturales (minería, pesca, forestal, agroindustria), nos hacen pensar en la oportunidad de expandirse a otros sectores emergentes como la astronomía y energías (4).

También deberemos revisar el régimen de re-emprendimiento para que no sea orientado a una protección al ya suficientemente robusto sector bancario, sino que establecer condiciones de equilibrio y eventualmente remisión de deudas, en la línea de la ley de insolvencia, y también en asumir los riesgos que una actividad económica tiene no solamente para el deudor, sino para quién ejerce la acreencia.

La oportunidad política

y social del momento

una mirada pais y regionalista