MAG JULIO-AGOSTO 2016 MAG JULIO-AGOSTO 2016 | Page 72

Los cursos de gestión de las escuelas empresariales a menudo se reducen a unos juegos numéricos sobre control de existencias y flujo de producción, en los cuales los presupuestos financieros y el control estricto se venden como herramientas eficaces de gestión. En la planta de producción y en las oficinas centrales, la verborrea sociológica ha sustituido a la comprensión básica del comportamiento humano.”

Deming y su visión del downsizing

En (Oriente) cuando una compañía tiene que absorber una situación difícil repentina tal como un descenso del 25% en las ventas, el sacrificio se establece firmemente según la ley del más fuerte. Primero se reducen los dividendos. Luego se reducen los salarios y las primas de la alta dirección. A continuación se recortan los salarios de la dirección, desde los más altos a los jerárquicamente medios. Por último se pide a (los trabajadores) que acepten reducción de (salarios) o bien de la mano de obra, por cese voluntario o reduciéndose ésta paulatinamente. En (Occidente) una firma típica probablemente haría lo contrario en circunstancias similares.

Deming y los roles del gobierno y de las empresas

“Los organismos de control (gubernamentales), víctimas de mandatos que no están claros, o están pasados de moda, y que no saben cómo considerar el interés del público, pueden seguir mientras tanto poniendo dificultades para que la industria mejore la (calidad y la) productividad.”

“El estilo de gestión occidental debe cambiar para detener la decadencia de la industria (…) y para desarrollarla. (…) Debe haber una toma de conciencia de la crisis, seguida de la acción, lo cual es función de la dirección. Sólo una mejor gestión puede traer el progreso necesario. La gran pregunta es ¿cuánto tiempo pasará antes de que la alta dirección actúe conforme a sus responsabilidades? Y después ¿cuánto tiempo se tardará? ¿Hacia dónde camina la industria (…)? ¿Restauración? Restauración no, sino transformación. ¿Quién sobrevivirá? Las compañías que adopten la constancia en el propósito de dar calidad, productividad y servicio, y se ocupen de ello con inteligencia y perseverancia, tendrán la oportunidad de sobrevivir.”

Deming , la gestión y el desempleo

“El fracaso de la gestión para planificar el futuro y predecir los problemas ha traído como consecuencia un despilfarro de mano de obra, de materiales, y de tiempo-máquina, todo lo cual incrementa el costo al fabricante y el precio que debe pagar el comprador. El consumidor no siempre quiere subvencionar este despilfarro. El resultado inevitable es la pérdida del mercado. La pérdida del mercado genera desempleo. La actuación de la dirección se debería medir por el potencial para permanecer en el negocio, proteger la inversión, y asegurar los dividendos futuros y los puestos de trabajo al mejorar el producto y el servicio, y no por los dividendos trimestrales. Ya no resulta aceptable socialmente lanzar a los empleados a engrosar la masa de desempleados. La pérdida del mercado, y el desempleo resultante, no están predeterminados. No son inevitables.”

DEMING Y SU VISIÓN

ESTRATÉGICA