Es muy posible que las elecciones libres creen condiciones para construir equidad y crecimiento económico; pero final del día no lo garantizan.
La democracia no es sólo un término engañoso y vago. Puede convertirse con facilidad en la hoja de parra que oculta un mal gobierno. Los dirigentes pueden distraer la atención de sus carencias haciendo resaltar el circo electoral y reclamando después un beneplácito democrático. Otro elemento es la libre competencia electoral, imprescindible para la vida política de un país, honesta y sincera ajena a toda corrupción posible, al menos, ya que incluso eso puede llegar a perder gran parte de su valor. Si las cosas van mal, las elecciones libres serán una mera cuestión cosmética. La democracia tiene dos talones de Aquiles, ambos ahora al descubierto, y seguiran estándolo en las proximas décadas. Uno es el dinero. La financiación de los partidos es una plaga no sólo para la política, patente en norteamerica y en el resto de los países, siendo tal vez el caso más espectacular el de India. A las empresas les resulta muy útil comprar políticos, partidos, medios de comunicación, grupos de expertos y otros componentes del espectro político y económico. Sindrome de Powersalve, como aquella canción de Maiden, en la que ciertamente el prisionero se ve esclavo de si mismo, es el dilema del prisonero, ni siquiera las empresas pueden eludir a la política pueden permitírselo: si no practicas el juego sucio, tus competidores lo harán, o si quieres sobrevivir y comprar la sostenibilidad extractiva de conceciones para impactar la perspectiva finaciera, debes jugar.
Compañías como Microsoft y Google, que en su día se enrogullecían de mantenerse al margen de Washington, D.C., se han visto obligadas a instalar allí grupos de presión. Las compañias que hacen negocios en la Comunidad Europea acaban descubriendo el peligro de ingnorar al parlamento europeo, el abrevadero definitivo de los grupos de presión. El retoque necesario de una cláusula en la legislación europea para cambiar una norma de seguridad de un producto, por ejemplo, puede significar la bonanza para unos y la quiebra para otros.
Los mecanismos de este tráfico de influencias son los mismos que los del proteccionismo comercial. Los intereses concentrados de un lobby bien organizado se expresan y se hacen realidad muy fácilmente. Los intereses difusos de la sociedad, en un sentido amplio, son más complicados de movilizar y defender. El instrumento que son las elecciones cada 4 ó 5 años, tienen poco efecto para equilibrar la presión diaria e insidiosa de los miembros de los lobbies, que buscan crear carteles y hacer realidad sus intereses. La sensación de que las decisiones las toman miembros bien conectados con el gobierno a expensas de la mayoría, alimenta la apatía y la alienación por parte de las personas, incluso de un país entero.
¿Cómo cambiará esto en el futuro?
En el lado positivo, la tecnología de la información aporta la posibilidad de realizar un análisis más minucioso. ¿Por qué la construcción de un km de carretera cuesta 5 veces más en Rusia que en Finlandia? Las condiciones climáticas y geológicas son similares. En Finlandia, los sueldos, el precio del suelo y la energía tiene un precio superior. El motivo por el cual la carretera rusa es más cara es simple: la corrupción, cuyo coste nunca ha sido fácil de calcular, sofocan el emprendimiento.
Hoy con unos cuantos clicks, cualquier ciudadano preocupado puede descargar los informes y estudios del Banco Mundial y de la OCDE sobre la eficiencia del sector público. Las TED Talks (creadas para diseminar ideas que merecen ser difundidas), disponibles on-line, ponen al alcance de todo el mundo, en cualquier lugar y gratis, los puntos de vista de los expertos más connotados en temas desde salud, educación y economía. Cabe suponer que una ciudadanía informada se traduce en un electorado capacitado. Pero he aquí la segunda gran debilidad de la democracia, la vulnerabilidad a la manipulación de la información.
LA DESIGUAL MARCHA HACIA LA LIBERTAD
La amenaza fantasma y una nueva esperanza