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odos somos aquella semilla vulnerable frente a los cambios de las estaciones. Todos debemos cuidar esta semilla tan delicada que se nos ha entregado para poder llevarla al compás de la evolución por el paso de nuestro existir como seres hermosos y algunos no tanto ciertamente. Propensos a la hermosura si en ellos está la intención y el deseo. Le hablo de su esencia, aquella, que al comenzar a quitar malos hábitos, corregirnos, potenciarnos y querer ser mejores, se recordó cómo fue en algún momento de su vida y resurgió alguien hermoso que era usted, fue y ha sido su esencia verdadera, eterna e inmortal.

Al reinventarnos, no solo tomamos acciones para reencontrarnos con lo más hermoso y puro de nosotros mismos, sino llevarnos a caminar por un suelo frágil, y se preguntará qué quiero decir, Pues que al caminar con la mochila o la mente livianita, tal viaje no cuesta mucho y ese es el trayecto de la vida. Quiero invitarlo este invierno a permitirse ser y sentirse aquella semilla en estado de congelamiento, preparada para que al momento de la alquimia, su fuerza pulsadora de germinar contenga en sí, la mejor consistencia y armonía grabada en su ADN para decidir salir a experimentar junto a los elementos organizadores un propicio recorrido y manifestación de aquello que puede hacer realidad, co-crear en su evolución, vivencias en la tierra y expectativas en firmamento.

¿Estamos en invierno? ¿En el congelamiento?

El frío, la dureza, rigidez, y el encuentro consigo mismo.

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LIBERANDO TU SEMILLA INTERIOR