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Habría una multitud de actos de creación gradual de riqueza, en lugar de solo unos pocos saltos trascendentales en nuestro status

Fuente: Lanier.2014

Otro problema de los diques bien marcados es que suelen dar lugar a situaciones de suma cero. Si todo el mundo obtiene una licencia para conducir un taxi, las licencias pierden su valor. Lo cual también significa que los especuladores pueden comprarlas para monopolizar el mercado, traicionando su propósito original. Lo que se debiera hacer o buscar en cambio, es un sistma en el cual el valor aumente a medida que más gente participe en él. Es como imaginar dice Lanier como para entender el proyecto que se tiene entre manos, es imaginar cómo podrían contribuir los ordenadores a la creación de riqueza fluida y gradual, que se tradujera en una próspera clase media y de emprededores individuales y colectivos, y que no fuera de suma cero.

SIMETRIA COMERCIAL

Se ha aceptado como inevitable la coexistencia de dos extremos indeseables.Que la información es supuestamente gratuita pero las personas son objeto de vigilancia e influencias poco claras, sin los suficientes derechos que actúan como contrapeso. Este es el mundo de Google. Facebook y demás, al que estamos tan acostumbrados. Con el avance de la tecnología, esta vía dejará de ser sostenible.

Por otra parte, los clientes pueden acabar atrapados en contratos muy desequilibrados para poder tener acceso a lo que desean online.

Este es el escenario de las tiendas corporativas en forma de árbol que se encuentran con los dispositivos móviles y smartphones, o entretenimiento a las pantallas de los hogares.Tiendas operadas por Apple o Amazon entre otras. La cuestión es que el pagar de eta manera por el valor que obtenemos a través de una red, también nos conduce a una vpía insostenible a la larga.

Pensemos en los ebooks, la compra de un ebook no es tna significativa como lo era un libro impreso y con diseño. En este caso el comprador ha dejado de ser el cliente de primera clase, Lanier expone, ya que cuando se compra un libro físico, se puede revender o continuar disfrutando de él sin que importe el lugar donde se decida comprar el libro y vivir dicha experiencia. Podría convertirse en objeto de colección o aumentar de valor si conseguimos la firma del autor, y asi aumentar de valor sin lugar a dudas. Sin embargo con un ebook no somos clientes de primera, sólo hemos pagado por unos difusos derechos en el marco de alguna tienda corporativa. No podemos revenderlo ni hacer nada con nuestra compra que permita tratarla como inversión, somos clientes cautivos sin poder accionar cambio alguno y el espacio de desiciones se ha reducido. Si queremos utilizar un dispositivo diferente para su lectura, o concretar a través de una nube diferente, en la mayoría de los casos se pierde el acceso al libro que habíamos "COMPRADO". En realidad lo que existe es un producto pero comprometido y condicionado a un contrato, aunque ni nosotros ni nadie lee ese tipo de contratos.

Si la economía de la información continúa por la senda actual, en la que cada actor puede gestionar su propio servidor o bien ser un ciudadano normal que va dando tumbos entre dos extremos de no capitalismo, entre una falsa gratuidad y una falsa propiedad, los mercados acabarán contrayéndose y el capitalismo se hundirá.

¿LA SOLUCIÓN?

La solución sostiene Lanier sería que, una de las tareas principales para imaginar nuestra economía de la información sostenible, es idear un modelo de transacciones que también lo sea. Una idea fundamental en un modelo de transacciones sostenibles es la existencia de cierto tipo de simetría entre comprador y vendedor, para que las transacciones estén en armonía con el contrato social, es decir cuando un contrato social funciona, reconocemos lo que es bueno para los demás en última instancia lo que es bueno para nosotros, aunque pueda no parecerlo en un momento dado. Pagar incialmente por algo tal vez nos sea atractivo, pero por parte del trato otros nos paguen a nosotros, compensa ese pago inicial.