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Era uno de los inviernos más crudos y fríos de los que se tuviera memoria. Era el invierno económico.

Las empresas caminaban lentamente por el territorio congelado, escudriñando el horizonte en busca de un rayo de sol. Y miraban esperanzados las grietas en el hielo por si aparecía los brotes verdes. Pero la nieve y el viento complicaban el paso y oscurecían la mirada.

Era el invierno, era el crudo invierno económico. Hacia el interior algunas empresas parecían estar congeladas también, repitiendo una y otra vez aquello que las hizo exitosas alguna vez. Sus gerentes parecían entumecidos, congelados en un pasado mejor y rumiando sus desgracias. Paralizados. Congelados. Pero lo que para algunos es un problema para otros es una oportunidad. En algunas empresas el ritmo parecía ir recobrando fuerza. Si todos se dirigían al oeste, ellos se preparaban para caminar al este. Si todos caminaban lentamente, ellos apuraban el paso. Si todos se lamentaban del escenario externo, ellos miraban al interior y corregían, reinventaban, reiniciaban. Eran los innovadores. A ellos pertenecía el futuro.

Sobre el cambio y sus mitologías

Fue Kurt Lewin el primero que habló de descongelar como el primer paso al emprender un cambio. Su modelo de cambio consistía en tres etapas: descongelar la situación anterior, emprender el cambio y volver a congelar la nueva situación. Muchos otros autores han escrito del cambio, como si fuera un paseo de domingo, sencillo y predecible. Otros han escrito del cambio como describiendo un animal indomable, impreciso e impredecible “el cambio es como un borracho en un túnel oscuro”.

Otros han recurrido a fórmulas aparentemente razonables, pero lineales: “Awareness (tomar conciencia de la necesidad del cambio), Desire (tener un fuerte deseo de cambio), Knowledge (saber cómo hacer el cambio), Ability (tener las competencias para hacer el cambio) y Reinforcement (reforzar el cambio)”. Muchos otros han mirado a experiencias ajenas para copiar sus fórmulas de éxito. O al propio pasado, con la esperanza que las fórmulas de antaño sigan frescas, que la mantequilla no esté rancia, que la leche no esté agria, que la estrategia competitiva de ayer siga vigente.

Sin embargo, en un invierno económico como el que vivimos es necesario buscar donde nadie ha buscado, explorar donde nadie ha llegado y mirar hacia donde nadie ha mirado. Algunos hablan de “océanos azules”. Schumpeter hablaba de innovación. Drucker hablaba de las dos funciones básicas de una empresa: crear un cliente e innovar. A propósito, hablemos de innovación, no en términos generales, sino aplicada a las Operaciones. Revisemos algunas tecnologías habilitadoras.