Lo anterior lo pude confirmar cuando después de entrenamiento exclusivo de ruta y spinning en gimnasio un día volví a mi bicicleta de montaña y el primer y además notorio cambio fue que al dar mi primer pedaleo en calle se me levantó la rueda delantera y que conste que eso no lo hago jamás aunque quiera. Mis próximas 2 horas de pedaleo por el cerro fueron igualmente placenteras ya que jamás había sentido tan liviana mi bici de montaña, tal vez solo comparable al momento en que cambié mi anterior bicicleta de aluminio a la de fibra de carbono. No tuve que pasar tantos cambios para las subidas y realmente iba más rápido por las calles y senderos.
Debo reconocer que para mis entrenamientos de rodar en calle desde hoy solo serán en bicicleta de ruta y dejaré mi bicicleta de montaña para esos momentos en que necesito más tierra, barro, agua y obviamente para las competencias.
En este momento estoy tratando de convencerme de correr alguna competencia en esta nueva disciplina, claro es que la técnica es distinta, el grupo va más apretado y las caídas sí que son caídas. Esto lo hemos visto en las transmisiones por TV del Tour de Francia y el Tour de Italia. No olvidemos que ahora vamos a 40kmh y caer en la calle es duro.
Como siempre lo digo, mucho confort aburre y hay que moverse a los nuevos desafíos y motivaciones. Solo hay que hacer el intento.
Claudio Sepúlveda Streb
Ing. Informatico