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Se han escrito muchos libros y artículos para emprendedores. La mayoría de ellos están enfocados en como elaborar presupuestos, en aspectos técnicos, en estudios de mercado ó en abordar modalidades legales. Es clave tener una buena idea de negocio y hacer un buen análisis empresarial previo estudiando el nicho de mercado, el producto, la estrategia, los costes ó los ingresos.

Se hace hincapié en los casos de éxito pero en muy pocos casos se comenta que muchas ideas de negocio suelen fracasar por causas tan mundanas tales como: los hábitos, las creencias, los miedos, la necesidad de control ó la sana gestión de la incertidumbre.

Iniciar el camino de emprender es demasiado importante como para no tener en cuenta nuestras habilidades a la hora de gestionar nuestra propia mente y nuestras emociones.

Para llegar a comprender todo esto tenemos que atrevernos a adentrarnos un poco más en analizar que pasa dentro de nosotros mismos.

Las cosas y los acontecimientos que nos suceden en la vida son un espejo de lo que ocurre en nuestro interior. No prestarle atención a ésto puede llevarnos a un fracaso con muchos sufrimientos personales y familiares, los cuales pueden ahorrarse conociendo de antemano dónde estamos nosotros interiormente.

En este camino me encontré yo hace tres años, cuando decidí darle un giro a mi vida y pasar de trabajar durante veinte años por cuenta ajena a emprender mi propio negocio. Tenía la idea, la motivación, la formación, los conocimientos necesarios para emprender pero no tuve en cuenta que durante todo este viaje iba a tener que enfrentarme a mis propios fantasmas personales.

Ahora sé que he tenido que pasar por todo esto para poder ayudar a otros en sus propios procesos. La experiencia es importantísima y los libros están muy bien para documentarse y ampliar nuestros conocimientos pero nadie te advierte acerca de la difícil batalla de como gestionarte a ti mismo.

Debes priorizar tus necesidades y lo más importante no centrarte solo en la aspiración del dinero, este debería ser secundario. Lo más importante es que emprendas desde tu centro, desde lo que tu eres de verdad, vincular tu proyecto a tu misión personal y estar enfocado en las personas y en como satisfacer sus necesidades reales y resolver sus problemas.

Mi propuesta es que empieces por las siguientes preguntas:

1 ¿Cómo puedes contribuir a crear un mundo mejor?

2En qué eres realmente bueno? ¿Cuáles son tus habilidades innatas que ten hacen diferente?

3¿Qué querías ser de pequeño? ¿Qué cosas te apasionaban que has dejado atrás?

El motor principal para la motivación es tener una idea que realmente te apasione. Cuando una idea nace desde el corazón, la tranquilidad, y la pasión no hay éxito que se le resista. ¿A qué esperas? Atrévete a soñar.

Por Celia Pérez Muñoz.

International Coach

http://celiaperez.es

Liderar tu mente para emprender