¿Que recuerdos se tienen de nuestro padre junto a nostros mas allá del diario vivir?
¿Que actividades significativas aún están en tu retina?
Actividades que perduren y que contengan enseñanzas... Aquello no tiene valor.
Aún recuerdo mis primeras cumbres por allá en los 80 en las alturas de Coya, Rancagua. Fin de semana obligatorio para hacer actividades al aire libre. y de disfrutar del Trekking. Hoy con mi hijo de 8 años tuvimos una actividad inolvidable para mi y ciertamente para él, sus primeras cumbres y de trekking, acompañado de una aventurosa jornada y de compañerismo sin igual. Mi peso en la espalda en algún momento se hizo irrelevante por la adrenalina y alegría de disfrutar la aventura, las incipientes alturas y aire fresco como ninguno, aunque en algunas subidas a 45° no bajamos el ritmo. Nos hizo falta algunos aditamentos ciertamente, el calor no daba tregua alguna y el cansancio mezclado con la sensación de logro fue fenomenal. Creo que para mi hijo, la aventura tuvo su recompensa.
Ver la ciudad desde las alturas nos da otra perspectiva, otras perspectivas que nos hacen resumir nuestras contingencias en otras formas de mirar la vida, que por instantes pareciera desaparecer todo stress alguno y mirar de otra manera la vida. No estoy hablando de subir al K2 o al Ojos del Salado a mas de 3500 mt, estoy hablando de la satisfacción de compartir con quienes más amamos una experiencia única tanto para uno como para ellos. Expriencias que quedarán en la retina por mucho tiempo, y claro está, las palabras dichas en el cielo, en el cielo se quedan, perdurables en el tiempo, perdurables en el corazón de ambos.
Una vez elegido el lugar de hacer campamento, el trabajo en equipo aflora y fluye, hay que tener paciencia la de enseñar ciertamente, cautelar todo en cuanto a seguridad se refiere, cuatelar que la experiencia fluya y ya, hasta la caida del sol. Infaltable los Marshmallows quemándose en la fogata o cocinilla, conversaciones de estrellas y camaraderia. Después de una dura jornada, a lo que se vino a descansar para despertar animosos con los primeros toques del sol.
Vivimos generalmente por nuestros hijos, y trabajamos por ellos, soñamos por darles un mejor futuro y cautelar su seguridad e integridad... Muchas veces los llenamos de cosas materiales y cuando escasea el dinero, nos sentimos fustrados.
Sin embargo las vivencias, las enseñanzas y el tiempo de valor y calidad, vale mas que 1000 juquetes, valen mas los abrazos fraternos dados en las alturas y la camaraderia otorgada por las cirscunstancias.
Esto fue Off-Road Padre-Hijo, los invito a seguirnos en próximas aventuras.
Por Strangiato
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