MADREPEDIA
Epidural
E
pidural es un término in-
glés surgido hacia la se-
gunda mitad del siglo XIX
a partir del prefijo griego
epi- (sobre), del vocablo del latín
antiguo dura (duro, firme, sólido,
en clara referencia a la dureza de
la duramadre) y del sufijo adjeti-
val inglés -al. Según la RAE, en su
primera acepción, “dicho de una
zona del cuerpo: Situada entre la
duramadre y la pared ósea del
cráneo o del raquis”. Y en su se-
gunda, “dicho de una anestesia:
Que se produce por inyección di-
recta de un anestésico en la zona
epidural de la médula y afecta a
un área extensa”.
Con más concreción, el término
epidural hace referencia al espa-
cio localizado fuera o por encima
de la duramadre, la meninge más
externa, dura y densa que cubre
al sistema nervioso central. Por
tanto, también designa al anesté-
sico inyectado justo en esa zona
para muchas intervenciones qui-
rúrgicas de la parte inferior del
cuerpo. Según los últimos datos
disponibles, en el caso de los par-
tos, entre un 75% y un 80% de las
mujeres la utilizan.
El término epidural se encuen-
tra documentado en el inglés
hacia la década de 1880. En ella,
el neurólogo estadounidense Ja-
mes Leonard Corning (1855-1923)
se convirtió en el primer doctor
en aplicar un bloqueo neuroaxial
del sistema nervioso al inyectar
algo más de 100 miligramos de
cocaína en la zona epidural de un
paciente. La efeméride, que tuvo
lugar en 1885, está recogida en la
revista científica de la época New
York Medical Journal.
Por lo que se refiere estricta-
mente a la invención de la anes-
tesia epidural, la paternidad de la
misma se atribuye al médico mi-
litar español Fidel Pagés Miravé,
que publicó su descubrimiento
en el año 1921 en la Revista Espa-
ñola de Cirugía y en la Revista de
Sanidad Militar.
La extensión del uso de la epi-
dural en la práctica clínica de los
hospitales españoles no llegaría
hasta varias décadas más tarde.
Concretamente su instauración
generalizada la fijó un Real De-
creto en 1989.