Madresfera Magazine 20 - Marzo 2019 | Page 30

el modelo social de Derechos Hu- manos al que aspiramos. P: ¿Qué hacer con los centros es- peciales? R: Reconvertirlos, transformarlos, potenciarlos como centros de re- cursos y apoyo, pues son impres- cindibles para el logro de la inclu- sión. Son centros con unos recursos impagables (humanos, técnicos, conocimiento, forma- ción), fundamentales para el de- sarrollo docente y el desarrollo integral de todos los estudiantes en entornos inclusivos. Deben es- tar muy presentes, en primera lí- nea de la estructura general del sistema educativo, para que todos los estudiantes y docentes se be- neficien de esa excelencia que po- seen, pero sus actuaciones deben centrarse en entornos comunes e inclusivos para todas las personas. inclusión. Hasta que eso no ocurra, tendremos marcos normativos des- conectados de realidad práctica. “El sistema debe dotar al docente de todos los elementos, apoyos y recursos que necesite para llevar a cabo su desarrollo profesional de forma segura y óptima” Desde las premisas del modelo de educación inclusiva siguen te- niendo el mismo desarrollo com- petencial a excepción de la esco- larización. El sistema actual no trata con equidad a todos los es- tudiantes. Mantener al alumnado en entornos educa- tivos separados supone establecer en el imaginario colectivo de la sociedad que existen personas de se- gunda. Una de las claves de la educación inclusiva es ofrecer espacios de convivencia, de compartir, que generen un desarrollo social que incluya a todas las personas con independencia de sus “diferencias” de partida. P: ¿Necesitamos políticas educativas que de ver- dad den importancia a este derecho educativo? R: Absolutamente. Para implementar con éxito y ga- rantizar el derecho a la educación inclusiva es impres- cindible contar con voluntad política. Es una de las cla- ves para la transformación real hacia el modelo de 30 • mama • ABRIL 2019 P: ¿En qué punto dirías que esta- mos actualmente con respecto a la educación inclusiva? R: Actualmente nos encontramos en proceso. Un proceso lento. No podemos olvidar que cualquier cambio cuesta mucho; más aún cuando se trata de transformar no sólo la estructura educativa sino las barreras mentales, propias del desconocimiento, la incertidum- bre y la indefensión aprendida. En muchas ocasiones estos aspectos son los más difíciles de combatir y los que ralentizan el avance de la educación inclusiva. P: ¿Cuáles dirías que son los prin- cipales déficits que tiene el siste- ma educativo español en cuanto a la garantía de una educación inclusiva de calidad? R: Se trata de una variedad de ele- mentos. En primer lugar, déficits a nivel normativo. Nos encontramos con un reconocimiento formal, pero vacío de contenido, por dos motivos: porque no existe una definición, ni una ex- posición de presupuestos, ni una aclaración de pro- cedimientos, que contribuya a lograr su implementa- ción real y efectiva; y porque existe desconexión entre las normas del ámbito de discapacidad y las normas del ámbito educativo. Esto nos lleva a no te- ner un mecanismo legal coherente, encontrándonos con un sistema educativo que no garantiza un dere- cho. Y un marco legal que desconoce las bases de la pedagogía para aplicarlo. En segundo lugar creo que hay una confusión con- ceptual. A pesar de que este concepto está perfec- tamente asentado, y ya es habitual oír hablar de él en distintos foros, es un término confuso lo que pro-