Madresfera Magazine 20 - Marzo 2019 | Page 25

En contra de la desaparición de los centros especiales tal y como los conocemos hoy se ha posicionado la Plataforma Educación Inclusiva sí, Especial también, formada por personas con discapacidad intelec- tual, sus familias y docentes, que afirma creer en una inclusión real en la sociedad en todos sus ámbitos, pero considera que ella se puede lo- grar estando escolarizados los niños y las niñas “tanto en centros ordina- rios como en centros de Educación Especial”. Melisa Tuya, periodista y autora de Tener un hijo con autismo, es partidaria de mantener ambas opciones. “La inclusión es el ob- jetivo a perseguir, es lo deseable, por intendencia familiar, por de- dicación de recursos, por el em- peño legítimo de tener una socie- dad más inclusiva en todos los aspectos. Pero hay casos en los que es preciso una atención tan especializada que parece absolu- tamente inviable que en un mo- delo inclusivo se pueda obtener. ¡Ojalá! Pero necesita tantos re- cursos de tanto tipo que no pare- ce posible ni a corto ni a medio plazo”, explica. Como ella, Vane- sa Pérez y Loreto Prados tam- bién opinan que deben mante- nerse los dos modelos. Para Vanesa, madre de un hijo de 11 años con Trastorno del Espectro Autista grado III (severo y no ver- bal), discapacidad intelectual seve- ra, una epilepsia refractaria (con cri- sis epilépticas no controladas frecuentes que limitan su día a día y requieren supervisión constante) y ausencia de control de esfínteres, la “Los centros de Educación Especial dan una respuesta personalizada y que garantizan los apoyos necesarios a cada niño, cada niña y cada joven” escuela ordinaria fue su primera op- ción. Sin embargo, hace ocho años, a una semana para comenzar las cla- ses, recibían una llamada del centro informándoles de que los apoyos que habían sido solicitados en el dic- tamen de escolarización no habían sido concedidos. “No había recursos y no podían destinarse para un único alumno. Y así tuvimos que recoger nuestras cosas, con esa sensación de abandono que tardaría años en desaparecer. Frustración, tristeza, derrotismo. ¿Dónde estaba la inclu- sión? ¿Por qué era mi hijo menos im- portante que otros?¿Por qué no me- recía esos apoyos?”, lamenta. Optaron entonces por un centro es- pecial donde dicen haber encontra- do todo lo que su hijo necesita. “De- fiendo la inclusión, y creo firmemente que enriquece a todos los actores participantes, que la di- versidad suma y que para muchos niños puede ser un factor motivador importantísimo. ¡Ojalá pudieran ir mis tres hijos al mismo colegio! Pero también creo firmemente que la inclusión no debe ser impuesta, menos a golpe de de- creto y que actualmente no es via- ble para muchos niños con discapa- cidad intelectual”. El hijo de Loreto tiene Síndrome de Down y acude a un colegio ordi- nario, en este caso concertado. “A día de hoy, en la etapa de educación infantil, se están cubriendo sus ne- cesidades con la profesora de apo- yo que acude cada mañana así como de la logopeda”, dice. Cuando le preguntamos si cree que deben existir centros especiales, inclusión en las escuelas ordinarias o ambas opciones, lo tiene claro: “Ambas op- ciones”. Para Loreto, aunque opina que la mejor opción de aprendizaje, socialización y visibilidad para per- sonas son síndrome de Down es es- tando presentes en los colegios or- dinarios, considera que”hay determinadas dis(capacidades) que necesitan personal y profesorado muy especializado, espacios adap- tados, aulas con pocos alumnos y ritmos de aprendizaje concretos”. “La Educación Especial se refiere a centros donde se adaptan a las discapacidades de los niños para obtener mejores resultados en su crecimiento personal. Los niños que van a esos centros viven en socie- dad, al igual que los que están esco- larizados en los centros ordinarios. La inclusión en la sociedad ya la consiguen las familias, que inician a sus hijos en la convivencia social ABRIL 2019 • mama • 25