[ UN VISTAZO FUERA ]
“Las madres
necesitamos ser
egoístas para
poder estar bien”
AC: Hay varios temas recurrentes entre los últimos
posts de tu blog. Uno es el de la necesidad de tiem-
po para una misma. Qué necesario es, ¿verdad?
KA: Sí, creo que todas las mujeres que nos converti-
mos en madres necesitamos un tiempo para nosotras
mismas; necesitamos ser egoístas para poder estar
bien. Si no está bien una, lo demás a su alrededor
tampoco lo estará. Imagina criar a tus hijos llena de
frustración y cansancio.
AC: Y qué difícil también, ¿no? Te lo digo por el
eterno sentimiento de culpa que parece acompaña-
ros a las madres…
KA: También. Yo pienso que las mujeres nacemos ya
con un morralito de culpas cargado sobre el hombro,
desde las exigencias de los demás, hasta las expecta-
tivas que nosotras mismas nos ponemos. Vivimos una
época donde se privilegia la habilidad multitask, en
la que ser “solo mamá” no es suficiente; tenemos que
estar ocupadas todo el tiempo, tenemos que trabajar
también, tener vida social, cumplir con la casa, ser
madres perfectas y entregadas... y muchas nos subi-
mos a ese barco sin pensar y a costa de nuestra paz y
nuestra salud mental.
AC: Tú te bajaste.
KA: Yo me bajé, sencillamente porque me cansé. Fue
difícil para mí aceptar que no puedo con todo (por-
que el cuerpo da para lo que da), pero también fue
muy liberador darme cuenta de que no tengo que
demostrarle al mundo que puedo con todo. Sé que
la lucha de muchas mujeres tiene que ver con esto
último, no comprender que ya con lo que hacen, son
más que suficientes.
AC: ¿Y aprende una a luchar contra ese sentimiento
de culpa?
KA: Desde mi experiencia, creo que el sentimiento
siempre estará ahí, pero puede irse desvaneciendo en
la medida que una se trabaje a sí misma. Mi proceso
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mama
• ABRIL 2019
en terapia me ha ayudado muchísimo a entenderlo;
por ello también soy una convencida de que toda
madre (y de hecho todo ser humano) debe llevar un
acompañamiento de terapia; es clave.
AC: El otro tema es uno que ya has dejado caer, el
de la presión social que soportáis las madres, las
expectativas que hay puestas en vosotras. Tú hablas
en un post de la liberación que sentiste al renunciar
a cumplir esas expectativas.
KA: ¡Soy muy feliz! Insisto, es un proceso difícil…
imagina poder llegar al punto de decir: de corazón,
no me importa lo que piensen de mí. Ha sido uno de
mis mayores logros en la vida; cada vez que tomo
una decisión soy muy consciente de que lo hago
por mí. Entender que la gente siempre va a opinar
y, súper importante, que no somos el ombligo del
universo, es lo más liberador y un gran regalo que
debemos hacernos.
AC: No ha sido, como dices, la única renuncia que
has hecho últimamente. También renunciaste, como