[ HISTORIAS PERSONALES ]
Carlota cumplirá este verano tres
años y la vida ya le ha puesto un
reto importante: desde que nació
apenas tiene visión. Cuenta a
Madresfera su madre, Ana, una
salmantina de 31 años, que Carlota
tiene discapacidad visual muy grave
por la que –intuyen– solo ve sombras.
“Algo de visión tiene porque le hace
mucho daño el sol y ese es uno de
los datos para confirmar que no es
ciega”, explica. Desde los primeros
días de vida no tiene ningún
seguimiento hacia personas ni
objetos y aunque llevan meses de
pruebas todo parece indicar que se
trata de una distrofia de retina.
POR DIANA OLIVER
UN DIAGNÓSTICO POR CONFIRMAR
¿Cómo fue el proceso de diagnóstico y cómo fue asi-
milarlo? Responde Ana que aún no tienen un diagnós-
tico confirmado pero, de momento, todo apunta a una
enfermedad hereditaria que provoca una perdida pro-
gresiva de visión. “Después de un montón de pruebas
de neurología, la pediatra Irene Ruiz-Ayucar se nos
cruzó en el camino, y ha hecho todo lo que ha estado
en su mano para ayudarnos. Tras una mala experiencia
con la oftalmóloga que nos correspondía, solicité de-
rivación a Madrid y por fin nos han empezado a hacer
caso”. Carlota acude al Hospital de La Paz, donde le
confirmaron que es un problema grave de retina y les
hicieron pruebas genéticas a los tres, de las que no
sabrán el resultado hasta el próximo 20 de mayo.
“Asimilar que tu hija no te ve, que no te sigue con la
mirada, es muy duro. Sobre todo, ante la impotencia
de más de dos años sin saber qué tiene. Yo he estado
de baja por ansiedad 18 meses; con mareos, no poder
ABRIL 2019 •
mama
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