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A
lo largo de mi carrera profesional he
trabajado en unos cuantos cen-
tros. He pasado por la educación
privada, la concertada y la pública.
He cometido errores por falta de
conocimiento o más bien por falta
de información al respecto. Hoy afortunadamente
no es información lo que falta pero sí sigue exis-
tiendo mucha ignorancia. Podría contarte
todo lo que he aprendido sobre cómo
no todo es únicamente azul o rosa.
Sobre cómo cada uno de nosotros
tiene una identidad de género, una
manera de expresarlo, un sexo
biológico y una orientación se-
xual. Y de qué manera el conjunto
de estos parámetros en cuanto al
género nos define como personas.
Pero creo que es mucho más cercano
contarte algo sobre Sonia (nombre ficti-
cio). Sonia fue alumna mía cuando mi andadu-
ra en la escuela pública comenzaba. Trabajo como
maestra de inglés en infantil y primaria y Sonia tenía
aquel curso tan solo 4 años. En mi clase de inglés y
a esas edades trabajo mucho por commands: “stand
up, sit down, turn off the light, look at me, run, fly…”.
Y en aquella época además solía dividirlo por sexos:
“Girls come here, boys sit down, girls swim, boys
stand up”.
CASOS DE INFANCIA TRANS* EN CENTROS ESCO-
LARES
Sonia siempre se “confundía” en estos juegos. A pe-
sar de ser una niña (o eso pensaba yo) solo seguía
aquellos “commands” que ordenaba a los niños que
hicieran. “Mal, Sonia, mal. You are a girl!!!” Pero So-
nia hacía oídos sordos a mis palabras. No fue hasta
años más tarde que descubrí qué significaba ser
trans y me pregunto si Sonia sigue llamándose igual
o es ahora Pedro, Manuel o Antonio. Tal vez tenga
el mismo cuerpo o tal vez no. Tal vez solo quería ser
como su padre (tenía pasión por él) o tal vez no.
Pero desde luego mi forma de actuar con ella (o él)
no fue nada correcta.
También quiero que conozcas a Laura (nombre
ficticio). Laura se identifica muy a menudo con un
niño. Su expresión de género (pelo corto, chándal,
deportivas…) es totalmente masculina. Esto no de-
bería llamar mi atención en un principio, pero es que
en clase de “Arts and Crafts” Sonia dibujó a un niño
cuando tocaba hacer autorretratos. Y si nos agru-
pamos por grupos heterogéneos ella se cuenta a sí
misma como un niño. Pero afortunadamente
yo sé hoy mucho más que cuando le di
clase a Sonia.
Por eso dejo que Laura exprese su
identidad de género como ella quiera.
He hablado con su tutora y el claustro
al respecto para que todas y todos
estemos atentos ante cualquier nue-
vo indicio. Ahora tengo claro que lo
realmente importante es que Laura pueda
sentirse libre para expresar su género como
quiera, sea solo durante un tiempo o para
siempre. Y de momento afortunadamente así es.
¿TE ASUSTA LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO? ¿TE INTI-
MIDA LA PALABRA TRANS?
Tal vez todo este mundo al que denominan “ideolo-
gía de género” y relacionan con mujeres locas que
quieren revolucionar el status quo de la sociedad (no
estamos locas, ni somos solo mujeres, pero sí vamos
a revolucionar el status quo de la sociedad) sea mu-
cho más sencillo si en tu camino te cruzas con alguna
Sonia, Laura, Miguel, Cristina, Pedro…
Solo tienes que mirarles a sus ojos para entender lo
que te están contando y tal vez no quieras escuchar.
Les da igual la teoría, la ideología, el feminismo o los
estereotipos (de hecho en el mundo trans los estereo-
tipos suelen triunfar en esa búsqueda por identificarse
con el mundo hombre o mujer). Lo único que quieren
es ser felices, ser libres, poder ser ellos mismos.
Y desde luego te aseguro que yo no voy a ser
quien para evitarlo. Es más trataré que sus voces,
las voces de la infancia trans, suenen tan alto y claro
como cualquier otra voz. ■
ABRIL 2019 •
mama
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