[ LA COLUMNA FUCSIA ]
Pero si dice
que me quiere
Lo vivo, lo siento,
lo pienso... y a veces
lo escribo.
Echo de menos.
Peliculeo de más.
«Never explain,
never complain».
Cualquiera que se haya enamorado de un
acosador siente un escalofrío al ver la últi-
ma serie de moda en Netflix, YOU, todo un
ensayo sobre las relaciones tóxicas.
El amor se puede convertir en una obse-
sión para algunas personas. Es el caso de
Joe, el protagonista. Está obsesionado con
la escritora Guinevere Beck, la persigue a
todas partes, controla sus redes sociales y
acaba convirtiéndose en un asesino para
que nada se interponga entre él y su «ama-
da». Según Joe, Beck no sabe gestionar su
vida, así que no le queda otro remedio que
tomar decisiones por ella, por su bien.
Quizás Beck podría haber evitado su trá-
gico final si hubiese leído el libro Pero si
dice que me quiere antes de enamo-
rarse de Joe. Escrito por la psicóloga
Dina L. McMillan, enseña cómo evi-
tar la trampa de las relaciones
abusivas.
Joe supo embaucar a Beck
desde el momento en que
la escogió. Como cuenta
McMillan, un maltratador
sabe escoger a su vícti-
ma; sabe comportarse y
hablar de una manera es-
pecífica con la intención
de desencadenar en ella
unas determinadas reac-
ciones emocionales y psi-
cológicas; y sabe conseguir que dependa
emocionalmente de él y se sienta insegura
e incompleta. Si la víctima, que a esas altu-
ras tendrá la autoestima por los suelos,
consigue abrir los ojos y quiere alejarse de
él, el maltratador hará que se sienta como
una tonta o una histérica. Su enfado dejará
paso a la agresividad que se esconde tras
la superficie. Ay, pobre Beck.
No se trata de querer mucho, se trata de
saber querer. Menos de un 10% de los mal-
tratadores aprenden a hacerlo. Para ello
necesitan sanar el trauma emocional y psi-
cológico que han padecido durante gran
parte de su vida. Los flashbacks que apare-
cen en YOU nos permiten descubrir que
Joe se crió en centros de acogida y que fue
el dueño de la librería en la que trabaja
quien le enseñó, de un modo violento, todo
lo que sabe. Joe fue un niño maltratado,
nunca conoció el amor. Su pasado no justi-
fica su manera de querer, pero sí explica
que no sepa cómo amar. Esa es su verda-
dera obsesión: sentirse amado.
El amor romántico, la media naranja, el
alma gemela… no existen. YOU y Pero si
dice que me quiere son rematadamente in-
teligentes a la hora de alertarnos sobre lo
que es idílico y lo que es tóxico cuando nos
enamoramos. Todos deberíamos conocer
esta diferencia antes de que sea demasia-
do tarde. ■
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ENERO 2019 •
mama
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