Madresfera Magazine 18- Noviembre 2018 | Page 75

[ EDUCACIÓN ] P: Además de las materias en cuestión, ¿qué otras capacidades pueden aprender niños y adolescen- tes con este recurso? R: El teatro es lo que es, teatro. Es decir, una expre- sión pública y colectiva. En el teatro cabe la posi- bilidad de representación pública, ya sea ante tus compañeros de aula o ante tus familiares y amigos. Y eso supone un trabajo en equipo, una buena excu- sa para conocerse y relacionarse con los demás sin apenas esfuerzo, aprender a ceder y ser generoso en el trabajo compartido, y asumir roles y compromisos por un bien común. También es una forma de exhibición, y por lo tanto de desinhibición. Aparte de esa emoción tan especial que contagia un escenario, algo que por supuesto sucede a nivel profesional, pero que yo he percibido también en cole- gios o grupos que me han invitado a ver su trabajo con mis libros. cursos de reciclaje profesional, requiere de un esfuerzo extra. Pese a esto son muchos los educadores que de- mandan este material para sus clases diarias. P: ¿Es necesario que los docentes cuenten con una formación previa? R: No necesariamente. Claro que tener unos ciertos rudimentos sobre el juego dramático ayudará a sacar mayor provecho a esta divertida herramienta, pero el movimiento se demuestra andando y estos libros pa- recen funcionar solos. En cuanto un alumno o alumna empieza a leerlo ya está jugando, participando del he- cho teatral, y aprendiendo. Los libros no sólo tienen una historia principal inspirada en una mate- ria concreta, sino que esa tra- ma central está acompañada de juegos y ejercicios. Por un lado se trata de juegos para el propio lector, una manera de hacerle partí- cipe de la acción y de la materia en cuestión, pero son también ideas para el docente, ejemplos prác- ticos de cómo usar el teatro dentro del aula. “Enfrentarse a nuevos recursos, dedicar tiempo a P: Muy conocida es la buscarlos o participar frase del Francisco Mora Teruel, doctor en Neuro- en cursos de reciclaje ciencia y autor de diver- sos libros sobre neuroedu- profesional, requiere P: ¿Por dónde pueden em- cación, que “Sin emoción no hay aprendizaje”. Supon- pezar los docentes o las fa- de un esfuerzo go que el teatro es en este milias que consideren que el sentido una herramienta inte- teatro puede ser un buen recur- extra” gradora: emoción en la acción y so pedagógico? en el espectador. ¿Qué opinas? R: Por supuesto, el teatro es emoción. Contradictoriamente, a pesar del artificio de fingir ser otros, de representar vidas que pueden no ser las nuestras. Pero para interpretar a cualquier per- sonaje tienes que estudiarlo primero, que pase a for- mar parte de ti, analizar cómo son los demás, carácter, movimiento, maneras de hablar, razón de sentir, enten- der sus razones sin juzgarlas... Fíjate todo lo que pue- de implicar el teatro con solo ponerse a jugar con él. P: ¿Es compatible con el sistema educativo actual? R: ¡Claro que sí! Y muy a pesar de lo anticuado o estric- to que pueda parecer el sistema educativo en algunos países. Finalmente depende de las personas, de los pro- fesores y profesoras comprometidos con su profesión y vocación. Es cierto que la mayoría tienen la obliga- ción de cubrir un temario amplio en un tiempo limitado, y eso a veces supone un conflicto o impedimento a la hora de probar otras herramientas, otras posibilidades de enseñar o transmitir su materia. Enfrentarse a nue- vos recursos, dedicar tiempo a buscarlos o participar en R: Primero encontrando informa- ción y un material adecuado. Plan- tear desde el principio una puesta en es- cena me parece algo precipitado, a veces toda la parafernalia técnica y el apuro de fechas de estreno conlleva una perdida del sentido de juego, en detri- mento del texto y del propio tema que trate el libro. Yo optaría primero por realizar lecturas en voz alta, ya sea en familia o dentro del aula: unos leen y otros escuchan, y después se debate o conversa sobre lo leído, cada uno aportando su visión o dudas sobre el texto. Me gusta muchísimo la idea, y la imagen, de una familia o una clase reunida alrededor de un libro. Un texto teatral, además, permite que la lectura y el diálogo se reparta entre más participantes. El teatro da para mucho más que una “simple” re- presentación escolar, el juego dramático columbra un horizonte pedagógico por descubrir y habitar. Esta es mi teoría o fantasía, apuntalada por unos li- bros que son ejemplos prácticos y tangibles. ■ NOVIEMBRE 2018 • mama • 75